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Diputado del PP

Ribera y las térmicas: verborrea indocumentada

El impacto del cierre de las centrales de carbón y nucleares antes de 2030

Térmica de Lada. FERNANDO GEIJO

Uno no termina de salir de su asombro cuando se encuentra con esa enorme verborrea de la que ha hecho gala la Sra. Ribera, ministra de Transición Ecológica del gobierno socialista de Pedro Sánchez, quien nada más prometer su cargo procedente de París desde uno de esos paraísos administrativos con excelentes sueldos dedicados al ecologismo teórico, ha anunciado la intención de cerrar de inmediato las térmicas de carbón y las nucleares. La Sra. Ribera que viene de la poesía de ese mundo de la ecología de la moqueta, parece que no se ha dado cuenta que ahora le corresponde sumergirse en la prosa de la realidad y que las decisiones de gobierno deben estar enmarcadas en la aplicación del sentido común, en el conocimiento de las consecuencias que pueden tener las políticas no meditadas y, siempre, orientadas al beneficio del interés general de los españoles y de nuestra economía y no a los particulares de unos teóricos bienintencionados ecologistas, o a las cuentas de resultados de unas determinadas empresas.

¿Están basados los argumentos que esgrime el actual gobierno socialista del Sr. Sánchez en estudios técnicos que han valorado los diferentes escenarios que se pueden producir si se cerrasen las térmicas de carbón y las nucleares? O, por el contrario, ¿están basados en planteamientos de los talibanes de la ecología que se discuten en tertulias de cafetería, o en el mejor de los casos en esos centros bien acomodados para elucubrar sobre el medio ambiente? Los estudios más solventes desautorizan las propuestas de la ministra.

Comisión de expertos de transición energética. El Partido Popular no ha querido dejar al albur de indocumentados una decisión tan transcendente para la economía nacional y con el acuerdo de todos los grupos parlamentarios del Congreso, incluido el PSOE, aprobó en 2017 el nombramiento consensuado de una Comisión formada por 14 expertos para elaborar un informe con los distintos escenarios energéticos posibles de los diferentes sectores que se pudiesen producir a 2030 y 2050 de manera que, cumpliendo con los objetivos marcados para la reducción de gases de efecto invernadero y lucha contra el cambio climático comprometidos con la UE y con el Acuerdo de París de 2015, se procediese a la descarbonización paulatina de nuestra economía garantizando una transición energética con los menores impactos económicos para los ciudadanos. El estudio ha sido presentado en abril, y para un escenario hidráulico medio -que no es el peor posible de los que se pueden producir - e incrementando la generación a los niveles acordados por la UE para las renovables, se pueden colegir las siguientes conclusiones:

? Si no se mantuviese un parque de generación de 4.660 MW con térmicas de carbón - lo que ya supone una importante reducción - y se sustituyese esta energía de respaldo a las renovables por térmicas de ciclo combinado de gas, los costes aumentarían entre un 14 y un 30 %, dependiendo del impuesto al CO2, mientras las emisiones se incrementarían en unos 15 millones de Tm de CO2.

? Si además no se prorrogara la vida del parque nuclear que el Consejo de Seguridad Nuclear autorizase, el incremento de los costes de generación se situaría adicionalmente entre un 13 y un 20 % y las emisiones de CO2 se incrementarían en unos 15 millones de Tm.

Es decir, la adecuada combinación de centrales de carbón y de nucleares obtiene mejores resultados económicos y de emisiones, y su cierre supondría un incremento muy elevado de los precios de la energía eléctrica.

Estudio técnico de viabilidad de Greenpeace. Encargado por Greenpeace al Instituto de Investigación Tecnológica (ITT) de la Universidad Pontificia de Comillas y presentado en marzo de este año, su objetivo consistía en evaluar la factibilidad técnica de no contar con centrales nucleares y de carbón en 2025 y 2030 en el sistema eléctrico español. Sus principales conclusiones en lo que atañe a las térmicas de carbón y a las nucleares se pueden resumir:

? Todos los escenarios de incremento de energías renovables requieren la instalación de potencia de respaldo adicional, y si se retira la potencia nuclear o la de carbón los ciclos combinados de gas deberían aumentar para cubrir la demanda.

? El cierre de las térmicas de carbón y de nucleares supone un coste adicional en el sistema. Este "extracoste" lo sitúa entre un 1% y un 12% en el caso de la retirada del carbón, y entre un 6 y un 20% adicional en el caso de la nuclear. Es decir, una subida entre el 7 y el 32%.

En resumen, el cierre anunciado por el gobierno socialista de térmicas de carbón y nucleares antes de 2030 tendría un impacto en nuestra economía de consecuencias nefastas por la pérdida de competitividad, riesgo de deslocalización de las empresas y pérdida de empleo, además de incremento de precios a las familias a cambio de una reducción pírrica de nuestras emisiones de gases de efecto invernadero.

Sin renunciar a nuestros compromisos en la lucha contra el cambio climático, el gobierno no puede dejar de tener en cuenta que España produce menos del 0,8% de los gases de efecto invernadero del planeta y la UE menos del 10%. Sólo cinco países, China, EE UU, Rusia, India y Japón, producen el 60% del total y China, más que los otros cuatro juntos. Si el gobierno socialista del Sr. Sánchez y la ministra Ribera no tienen en cuenta la dimensión real que representamos, sus propuestas sólo nos llevarán por el camino de las políticas desacertadas y de recesión económica.

El Partido Popular seguirá defendiendo y luchando por el cumplimiento de los compromisos asumidos por el Reino de España en favor de la descarbonización, pero desde el conocimiento, la responsabilidad, el sentido común y del interés general que debe presidir cualquier acción de gobierno.

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