Casi la cuarta parte de la propiedad Duro Felguera (el 23,94%) cambió ayer de manos en una jornada insólita en la que se evidenció, en plena ampliación de capital, un inusual acaparamiento tanto de acciones (se movieron más de 34,47 millones de títulos) como de derechos de suscripción: se canjearon más de 23,24 millones, el 16,14% del total de los existentes.

La demanda fue excepcionalmente alta y muy superior a la oferta, dado que pese a la salida de gran cantidad de papel al parqué, la cotización, lejos de hundirse, se disparó al alza: las acciones se revalorizaron el 232,78%, hasta los 0,2 euros (frente a los 0,06 euros a los que cerró el viernes) y los derechos de suscripción preferente de los nuevos títulos de la ampliación (que cotizan de forma separada a las acciones actuales) remontaron el 23,54%, hasta los 0,095 euros.

Durante la jornada, los incrementos fueron incluso muy superiores: las acciones llegaron a valer 0,263 euros, con una apreciación del 336,1%, y los derechos de suscripción alcanzaron los 0,1399 euros, el 81,92% por encima del cierre de la sesión previa.

El intensísimo movimiento de ayer en torno a Duro Felguera rompe con la quietud relativa que había caracterizado la primera semana de la ampliación. Sólo ayer se compraron tantos derechos de suscripción como en toda la semana precedente.

Lo más sorprendente fue sin embargo el enorme trasiego de acciones antiguas, dado que el precio pagado por ellas (y que no incluye los derechos de suscripción de las nuevas, que se negocian de forma disociada) superó en el 640,7% el precio de los nuevos títulos que se van a emitir y que van a constituir el 97% del capital social futuro del grupo. Como consecuencia de esta macroampliación, el 23,94% del capital de Duro que ayer cambió de manos va a representar sólo el 0,71% del accionariado futuro de la sociedad, por lo que se compró a mucho mayor precio una parte muy poco relevante de la futura empresa. En principio, lo ocurrido ayer, y de mantenerse la misma tendencia en los próximos días, denotaría un alto interés por parte de determinados inversores en tomar posiciones en el proceso de salvamento de Duro, aunque lo lógico sería que la demanda se dirigiera más a los derechos (para acceder por esta vía a la suscripción de los 4.656 millones de nuevos títulos que se van a emitir) y no tanto a los 144 millones de acciones antiguas, que hoy son el 100% de Duro pero que en unas semanas representarán sólo el 3% si la ampliación tiene éxito.

La otra cuestión es quién o quienes se desprendieron ayer de más de 34,47 millones de acciones. Hasta donde se pudo indagar, la familia Arrojo (dueña de 39 millones de títulos) no vendió.