La compraventa de derechos de suscripción preferente de las nuevas acciones de Duro Felguera se intensificó ayer, a veinticuatro horas del fin de la primera fase de la macroampliación de capital en la que Duro Felguera se juega su ser o no ser, con el movimiento de más de 64,7 millones, una cifra nunca alcanzada en una sola sesión y que supone el 44,9% de los derechos existentes.
El mercado sigue muy activo sobre Duro, y tanto sobre los derechos como sobre la acciones antiguas, lo que al menos aleja el riesgo de que una operación determinante para la supervivencia del grupo no suscitase el interés ni la atención de los inversores.
La compañía puso mucho empeño en su folleto de emisión en clarificar todos los riesgos potenciales y en descartar que a corto plazo quepa esperar, aun el peor supuesto, un impacto negativo en dos de los asuntos más vidriosos que pesan sobre el grupo: el acta de Hacienda (la Agencia Tributaria le reclama 122,4 millones) y la investigación judicial sobre el "caso Venezuela". La compañía cree que sus argumentos sobre su recto proceder son sólidos y que, en todo caso, los desenlaces de ambos casos aún se van a demorar por lo que, en el peor supuesto, la compañía tendrá tiempo de recomponerse uy fortalecerse antes. A la inversa, el grupo mantiene la expectativa de lograr al menos parte de sus pretensiones en las reclamaciones contra clientes por las deudas (más de 370 millones) que Duro tiene pendiente de cobro.
El mercado sigue siendo no obstante muy volátil y con comportamientos divergentes de acciones y derechos. Las viejas acciones repuntaron ayer el 17,06%, con un movimiento de más de 33 millones de títulos (el 23% de los existentes) mientras que los derechos sumaron una jornada más a la baja, hasta los 0,01 euros, con lo que desde que comenzó la ampliación, el día 3, ceden el 92% de su valor inicial. Ayer las acciones llegaron a remontar el 109% para luego reducir su avance al 17% y los derechos se apreciaron el 52,8% para perder al final el 48,72% de su valor respecto al viernes.
