La alianza de TSK y Duro Felguera, con un altísimo valor para que la segunda de ambas compañías persuada de su viabilidad a inversores institucionales y cualificados, entraña una gran oportunidad de crecimiento del negocio para ambas compañías y supone retomar una relación que comenzó en 2000 y que ha pasado por muchos altibajos y algunos desencuentros en tiempos recientes. El cambio en la presidencia de Duro facilitó las conversaciones.

Las dos compañías dijeron ayer que la alianza permitirá reforzar "el alcance y profundidad de las referencias de proyectos" de ambas (caso de las plantas de energías renovables y los ciclos combinados), aumentar la "presencia y masa crítica a nivel geográfico" de las dos ingenierías y una "mejora en la gestión de riesgos ya que, al compartir proyectos, la cartera de cada compañía evoluciona hacia un mayor número de proyectos con un menor peso individual".

Listado de proyectos

TSK y Duro ya han empezado a trabajar conjuntamente, con la identificación de una lista de potenciales proyectos y la creación de un equipo de trabajo conjunto para analizarlas. Según ambas sociedades, se han detectado "oportunidades a corto, medio y largo plazo" y se han incorporado a los objetivos del pacto productos y proyectos que hasta ahora no figuraban en el catálogo de actividades de las dos ingenierías.

TSK, fundada y presidida por Sabino García Vallina y dirigida por Joaquín García Rico, participó en 2000 en la asturianización de Duro para dotarla de una base accionarial que superase la crítica orfandad en la que se hallaba entonces el grupo centenario. TSK llegó a ser el mayor accionista de Duro, con una participación del 15,85%. Por algunas disparidades con otros accionistas, emprendió el repliegue en 2007 con la venta del 5% y la renuncia a los dos puestos en el consejo más otro que compartía con Melca. El proceso de desinversión prosiguió hasta diciembre de 2013, cuando redujo su posición al actual 2,5%, que mantuvo como inversión financiera.

Desde entonces, TSK, una compañía muy activa y emergente, intentó llegar a acuerdos de colaboración con Duro para acometer proyectos conjuntamente y cederle partes de obras y que finalmente fueron confiadas a otros grupos porque no hubo receptividad durante la etapa de la presidencia de Ángel del Valle. Tras las dificultades de Duro, TSK se ofreció a ayudar y a "hacer lo que estuviera en su mano" comprando acciones de la ampliación de capital y estableciendo alianzas.