Los actuales administradores de la compañía Assignia Infraestructuras han pedido al juez, encargado del concurso de acreedores de esta sociedad, que inhabilite durante tres años al antiguo consejo de administración, encabezado por la familia mierense Monje Tuñón, y que se les aplique una condena solidaria de 8,7 millones en concepto de daños y perjuicios por no solicitar la suspensión de pagos a tiempo lo que conllevó un agravamiento de la crisis de la empresa. Assignia formaba parte de la corporación Essentíum, también de los Monje Tuñón.

Assignia solicitó el concurso voluntario de acreedores en marzo del año pasado cuando ya estaba asfixiada por las deudas. Debía más de 141 millones. En mayo de este año el juez dictó un auto para la liquidación de la constructora, aunque una parte la compró la familia Gibert.

Ahora los administradores que pilotan esta liquidación, según desvela el diario "Expansión", y que pertenecen al despacho Clemente Abogados, acusan al consejo en el que figuraba como máxima mandataria Susana Monje, extesorera del Fútbol Club Barcelona, de no ir al concurso cuando detectaron la insolvencia.