La creación de empleo mantiene un vigoroso tono en España, con casi 470.000 personas ocupadas más en el segundo trimestre de este año y la tasa de paro en el 15%, la más baja desde 2018. La Encuesta de Población Activa (EPA) conocida ayer indica que Asturias también generó trabajo en este período, pero el latido del mercado regional de trabajo no es tan firme: la ocupación avanzó a menor velocidad que en el país e incluso se perdieron puestos respecto al año pasado. Los resultados de la EPA, de nuevo controvertidos por las incongruencias con otros indicadores laborales, sugieren que Asturias sigue rezagada en la recuperación laboral.

En los siguientes puntos se sintetizan los principales datos que la encuesta aporta sobre la evolución de la población activa, parada y ocupada.

Activos. Forman la fuerza laboral de un territorio, suma de aquellas personas que están en el mercado laboral bien trabajando (ocupados) o buscando empleo (parados). El tamaño de la población activa es muy relevante porque condiciona el potencial de crecimiento económico. En el período abril-junio, Asturias perdió activos en relación al trimestre anterior (2.300 menos) y respecto a un año atrás (7.400). La región se mantiene con la tasa de actividad más baja del país (50,8% de la población), problema estructural asociado al envejecimiento demográfico y a las radicales transformaciones económicas del último medio siglo.

Ocupados. Asturias tenía en el segundo trimestre del año 394.700 personas con trabajo, sea asalariado o por cuenta propia. Según la EPA, la región ganó 6.800 ocupados desde principios de 2018, con un crecimiento relativo (1,75%) inferior al promedio nacional (2,49%). El balance interanual es negativo, con una pérdida de ocupados (6.700 personas, el 1,67%) que no se da en ninguna otra autonomía. Los expertos alertan siempre sobre la volatilidad y riesgo de imprecisión de los resultados trimestrales de la EPA en las regiones pequeñas y aconsejan poner el foco en las medias anuales. Las correspondientes a los últimos cuatro trimestres (año móvil) también reflejan pérdidas de empleo que sin embargo contrastan con el aumento en el número de afiliados a la Seguridad Social, en cualquier caso más tibio que los promedios nacionales. Ambas fuentes de datos sí coinciden en lo siguiente: el comportamiento del mercado laboral de la región continúa siendo menos dinámico que en la mayoría del resto de regiones.

Parados. El número de personas que buscan empleo activamente (las consideradas paradas, según la metodología de la EPA) ha bajado de las 60.000 (59.500) y es el segundo más bajo desde 2008 (en el verano de 2017 se bajó a 59.200). La tasa de desempleo (proporción que suponen los parados respecto a la población activa) ha descendido desde el 15% del primer trimestre al 13,1% y permanece por debajo de la media española (15,28%). El paro ha decrecido el 13,3% en un trimestre y el 1,1% en un año, aunque en ese último caso más por la pérdida de población activa (por jubilaciones, emigración o desánimo al buscar empleo) que por la creación de trabajo.

El Gobierno asturiano se quedó con el lado positivo de la EPA. "Se confirma la tendencia de reducción del desempleo y del aumento del número de ocupados", dijo ayer Luisa Pérez, directora del Servicio Público de Empleo, centrándose en la evolución trimestral de la región. Los sindicatos apuntaron en dirección a la negativa evolución del último año y a la precariedad de la contratación. "Se demuestra no sólo la debilidad del mercado laboral para crear empleo, sino que la calidad de éste continúa deteriorándose", dijo Mar Celemín, de la dirección regional de UGT. "La estacionalidad favoreció la creación de empleo en el segundo trimestre del año, aunque más débilmente que a nivel estatal, y a costa de que se dispare la temporalidad y aumente el tiempo parcial", según Gilberto García Buelga, de CC OO.

Alberto González, director general de la patronal FADE, alertó sobre la baja tasa de actividad y también puso en cuarentena algunos resultados negativos de la EPA: " Los datos interanuales no cuadran; es llamativo que se pierdan 6.700 empleos cuando estamos viendo, según otros registros, incrementos notables en sectores como la industria o la construcción".