El consejero delegado de Liberbank, Manuel Menéndez, se mostró ayer contrario a la idea del Gobierno de aprobar un impuesto específico al sector financiero para financiar las pensiones, y ha avisado de las consecuencias negativas que podría tener para el país. Menéndez ratificó la posición de las patronales bancarias AEB y CECA, que consideran que el tributo tendrá unos efectos recaudatorios "inferiores a los pretendidos" y afectaría "de forma muy negativa" a la solvencia de las entidades. Liberbank informó ayer de que durante el primer semestre de 2018 obtuvo un beneficio neto de 84 millones de euros, un 39,3% superior al año anterior. Aumentan la inversión en crédito y los recursos de clientes y la tasa de morosidad pasa en un año del 11,3% al 6,75%.