La empresa española Alsa firmó ayer su contrato más importante fuera de España, por valor de 1.000 millones de euros, para prestar el servicio público de autobuses de Rabat y su comarca durante los próximos quince años. El acuerdo fue firmado en el Ayuntamiento de la localidad marroquí por el gerente de la compañía en Marruecos, Alberto Pérez, en un discreto acto y a la espera de celebrar otro más ceremonial en septiembre.

Alsa ya tiene a su cargo el servicio de autobuses en las ciudades marroquíes de Marraquech, Agadir, Tánger y Juribga, lo que le proporciona un volumen anual de negocio de 57 millones, cifra que esperan incrementar hasta los 100 millones con el contrato de Rabat, según explicó Alberto Pérez.

La empresa española, que se ha aliado con la marroquí City Bus en un consorcio en el que tendrá el 51% del accionariado y toda la gestión, calcula que transportará a 109 millones de pasajeros anualmente en la región de Rabat, que con su periferia sur (Salé) y norte (Temara y Sjirat) suma una población de más de dos millones de personas.

Para ello, Alsa ha rediseñado todo el mapa de la capital marroquí y su región y creado 61 líneas de transporte, que darán trabajo a 1.600 conductores de autobuses de última generación, pues contarán con cámaras de videovigilancia, acceso para discapacitados y que permitirán billetes electrónicos.

La empresa española y su socia marroquí han tenido que asumir la totalidad de la inversión (con excepción de 14 millones de euros para la compra de la nueva flota de autobuses), tanto de personal como de material y su mantenimiento, y el retorno de inversión se hará sólo con la venta de billetes, que pasarán a costar 5 dirhams en lugar de los 4 actuales (de 0,35 a 0,45 euros).