"Eso no se resuelve en veinte minutos de reunión, fue un primer contacto". El secretario general de la Federación Socialista Asturiana (FSA), Adrián Barbón, se había resistido hasta ayer a valorar la respuesta que Pedro Sánchez dio la semana pasada al presidente del Principado, Javier Fernández, en su conversación sobre el proceso de transición del modelo energético. El "tomo nota" de Sánchez fue muy criticado por tibio desde la empresa y la industria asturiana, y Barbón, que no dice no opinar sobre opiniones ajenas, se queda "con la aclaración del propio Javier Fernández, que dijo que había sido una primera toma de contacto", cargando de paso contra los que tal vez esperaban que un problema capital para el futuro de la economía asturiana se resolviera en esos "veinte minutos".

"Me habría parecido un escándalo" que habrían salido de allí con todo arreglado, dijo ayer Barbón, que añadió que su demanda de una transición "pactada y pautada" exige "acuerdo y negociación" y que tras el primer contacto de hace siete días en la Moncloa "los gobiernos tienen que seguir trabajando".

Por su parte, la delegada de Gobierno en Asturias, Delia Losa, afirmo ayer que tiene "cada vez más confianza" en que la transición energética sea "justa" para Asturias. "Tanto las declaraciones del Gobierno como las medidas que paulatinamente se van adoptando me generan cada vez más confianza", afirmó Losa, que ayer ser reunió con el secretario general de UGT-Asturias, Javier Fernández Lanero, con el que abordó, entre otros asuntos, el de la llamada "descarbonización".