La economía asturiana avanzará este año en torno al 2,7%, según pronóstico del servicio de estudios del BBVA, y lo hará presumiblemente con cambios en la composición del crecimiento: el sector exterior tirará menos, al perder fuerza las exportaciones, y la demanda interna (consumo e inversión) se verá favorecida por el "estímulo" que suponen las recientes subidas a los pensionistas y a los empleados públicos.

Los economistas del BBVA destacan en un informe que Extremadura, Asturias, Castilla y León y Galicia son las economías regionales más beneficiadas por el aumento de la renta disponible que suponen las revalorizaciones de pensiones y sueldos de funcionarios. Extremadura ocupa esa posición por la altísima proporción de empleo público. Asturias aparece a continuación por el perfil de sus pensionistas: muchos y con prestaciones medias de las más altas del país. Se estima que por esa vía la renta agregada de los hogares aumentará el 0,8%.

El mismo grupo de expertos observa una desaceleración en la exportación de bienes y en la inversión en maquinaria y equipo que afecta principalmente a Asturias, Cataluña y País Vasco. Ese bache aparece asociado a la ralentización económica en el resto de la UE, donde están los principales socios comerciales de España y a la apreciación que registró el euro frente al dólar.

Distintos observatorios, incluido el Banco Central Europeo (BCE), llevan meses previniendo de que se están agotando los efectos benéficos de "vientos de cola" que respaldaron la recuperación de la zona euro y particularmente a España: la expansión monetaria del BCE se acerca a su fin, el precio del petróleo ha escalado el 50% en el último año y comienzan a recuperarse destinos turísticos cuyo deterioro en los últimos años favorecieron al sector nacional. Por delante, ha emergido además el riesgo de guerra comercial por la escalada proteccionista de Trump en EE UU. Con todo, el BBVA augura que nueve regiones españolas volverán a crecer más del 3% este año, aunque no Asturias.