El Gobierno asturiano considera que el actual es momento de poner el foco sobre la velocidad del proceso de descarbonización y no tanto sobre las ayudas o compensaciones que pudiera recibir Asturias en caso de cierre acelerado de las térmicas. El criterio del Principado lo marcó así el presidente Javier Fernández, ayer, en la Feria de Gijón: "La Ministra (Teresa Ribera) ha hablado de considerar los tiempos en todo lo que tiene ver con este cambio de la generación eléctrica en el marco de la ley de Transición Energética (en elaboración por el Gobierno). Ahora se está hablando de dinero, de compensaciones... Yo creo que previamente hay que hablar de los tiempos en los que se va a producir esa transición, que a mi juicio necesariamente debe escribirse en el medio y largo plazo".

La opinión de Fernández engarza con las posiciones de la patronal FADE y de los sindicatos y pone cierta distancia con las derivadas que últimamente ha tenido el debate sobre la descarbonización, como el compromiso de la ministra Ribera de negociar un plan de compensaciones con los territorios mineros o la reciente defensa que han hecho dirigentes del PSOE para la creación de un fondo europeo de ayuda.

A juicio del Principado, la clave del problema está en persuadir al Gobierno español y a Europa de evitar un cierre exprés de las térmicas y una penalización severa al resto de la industria por las emisiones. "Un ejemplo que clarifica lo que está sucediendo es que en Europa por cada tonelada de acero se genera 1,7 toneladas de CO2, mientras que hay países terceros en los que por cada tonelada de acero producen cantidades mucho más elevadas. No podemos permitir que la producción de acero se vaya a esos terceros países, porque al final lo que hará Europa es consumir acero importado con más CO2. Europa deberá decidir en qué plazos y de qué manera hacer está transición, sin sacrificar su propia industria".