La nueva subida de impuestos que penalizará al diésel estará lista en 2019. La ministra de Industria, Reyes Maroto, anunció ayer que el Gobierno está trabajando en un borrador sobre esta nueva fiscalidad, vinculada a la transición ecológica, para incluirla en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) del próximo año. Esto trasciende en un escenario en el que los precios de los combustibles están subiendo con fuerza en plenas vacaciones de verano y con la festividad de San Lorenzo a la vuelta de la esquina. El "lleno, por favor" es ahora entre 6,5 y 8,5 euros más caro que hace justo un año para los conductores asturianos.

La ministra Maroto explicó que el Ejecutivo tiene hasta el 30 de septiembre para presentar el proyecto de presupuestos, que se retrasará "un poco, no mucho", y anunció que, de la mano de estas cuentas, vendrán diferentes medidas fiscales. "Se ha hablado mucho del diésel, pero la realidad es que todavía no se ha puesto sobre la mesa un posible borrador para ver, con los sectores implicados, la letra pequeña de lo que será este impuesto", añadió al tiempo que resaltó que el Ejecutivo tiene que ir "más deprisa" en la transición a la reducción de emisiones, tras dispararse las de dióxido de carbono (CO2).

La tasa que castigará el consumo de gasóleo, añadió la titular de Industria, será consensuada con el sector del automóvil, con el fin de llegar a "un buen impuesto" que marque la "hoja de ruta" hacia la reducción de las emisiones, pero de una forma que el sector pueda acompasarse a estos cambios. Lo que ha transcendido hasta ahora es que el Gobierno podría incrementar el tramo estatal de este impuesto hasta igualarlo con el de la gasolina, con la intención de acortar las diferencias de precios que continúa habiendo en las gasolineras, en las que el gasóleo es más económico.

El cerco del nuevo Gobierno al diésel es más que evidente. La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, llegó a asegurar hace semanas que el uso del gasóleo "tiene los días contados". Su compañera de gabinete, Reyes Maroto, enmendó ayer esas declaraciones y afirmó que "no fueron acertadas". Y añadió: "Tenemos el reto importante de luchar contra el cambio climático, que es, para nosotros, importantísimo y un proyecto de país. No dudamos de lo que tenemos que hacer, pero también manteniendo la competitividad en sectores estratégicos, como es el de la automoción, con una industria que es intensiva en consumo energético y hay que ver cómo acompañar a estos sectores para que hagan esa transición".

La brecha entre ambos combustibles en los surtidores continúa siendo elevada, de diez céntimos en Asturias. El litro de gasolina se pagaba ayer a 1,35 euros por litro, mientras que el de gasóleo cotizaba a 1,25 euros.

Con esos precios, llenar el depósito para un turismo con motor a gasolina y con un depósito con capacidad para 50 litros cuesta ahora 8,5 euros más que hace justo un año. Para un coche con las mismas características pero que funciona con gasóleo el incremento ha sido algo menor, de 6,5 euros.

El Boletín Petrolero de la UE señala que ésta es la segunda semana consecutiva en la que los precios de los carburantes se incrementan en España, lo que coincide, a su vez, con el incremento en la cotización del precio del crudo en los mercados internacionales. A pesar de estas subidas, los combustibles continúan siendo más baratos en España que la media de la Unión Europea (UE), donde el precio del litro de combustible de gasolina se sitúa en 1,466 euros, once céntimos más que en Asturias. Mientras que el de gasóleo se paga en el club europeo a 1,35 euros, diez más que en los surtidores regionales. Esto se debe a que, pese que a nivel nacional los impuestos ya suponen la mitad del precio de esos combustibles, la presión fiscal es menor que la media comunitaria. El Gobierno nacional se ha marcado el objetivo ahora de converger con la UE, al menos, en cuanto al diésel.