El Gobierno asturiano espera que la regasificadora de El Musel, acabada y sin uso desde 2012, pueda funcionar "en unos pocos meses" si se agilizan los trámites administrativos. El anterior Gobierno aprobó un cambio en la regulación que hace posible la actividad de la planta gijonesa, aunque el consejero de Empleo e Industria, Isaac Pola, precisó ayer en Gijón que en principio la regasificadora, propiedad de Enagás, no se dedicaría, como el resto de las españolas, a inyectar combustible en la red general de gas sino como almacenamiento intermedio para la recarga de buques.

Pola señaló también que ve "inevitable y lógica", por los objetivos ambientales que marca la UE, la subida fiscal sobre el gasóleo que prepara el Gobierno central. No obstante, pidió que la subida de precios sea "gradual".

También en Gijón, la delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa, negó que la transición energética pueda poner en peligro la industria "tan potente" que tiene la región. Recalcó que la mayor riqueza de Asturias proviene del sector secundario y que el Gobierno central está trabajando en buscar "la solución más acorde".