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Los asturianos se jubilan con menos pensión que en 2010 y a los 64 años de media

Los retiros anticipados forzosos y el impacto de las reformas merman por tercer año los ingresos de los trabajadores que culminan la vida laboral

Los asturianos se jubilan con menos pensión que en 2010 y a los 64 años de media

Los trabajadores asturianos del régimen general de la Seguridad Social que se han jubilado en lo que va de 2018 lo han hecho recibiendo pensiones que, como promedio (1.577 euros brutos al mes), son inferiores a las de los últimos ocho años. Ese ajuste en las prestaciones públicas es consecuencia de las secuelas de la crisis económica y en una parte también de las reformas en el sistema público. Aunque la principal de esas reformas, el aumento gradual de la edad del retiro, apenas esté teniendo reflejo estadístico. Los españoles, y entre ellos los asturianos, se siguen jubilando de media a los 64 años.

Entre enero y mayo de este año, se jubilaron en Asturias 2.906 afiliados al régimen general. Las condiciones económicas y de edad en las que lo han hecho se explican a continuación, utilizando como fuente información estadística de la Seguridad Social y las opiniones recabadas entre expertos.

La edad. La edad media de jubilación para todos los regímenes en España es este año de 64 años y algo más de dos meses. Es la misma que en 2017 y muy cercana también a la observada durante el lustro anterior. La Seguridad Social no hace públicos los datos por regiones, si bien fuentes técnicas indicaron que la media de edad de los asturianos que se jubilan puede ser análoga o a lo sumo ligeramente inferior al dato nacional (por las jubilaciones de la minería, unas 400 este año, a edades inferiores a los 60 años).

En 2011, la reforma de las pensiones que impulsó el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero elevó gradualmente la edad legal de jubilación (hasta llegar a los 67 años en 2027). Fue aprobada, bajo presión de la UE en el contexto de la crisis del euro, con el propósito de incrementar la edad efectiva del retiro y contener así los costes del sistema de pensiones. Sobre el papel, la edad legal para jubilarse en 2018 es de 65 años y medio, salvo para quienes tienen carreras laborales largas (al menos 36 años y seis meses), que pueden acceder a la pensión íntegra con 65.

Por ahora no se ha cumplido el objetivo de elevar la edad efectiva la jubilación porque los retiros anticipados (desde los 61 años) son aún muy numerosos (30% del total en España). Es así debido a situaciones como las de los trabajadores que perdieron sus empleos por despidos o cierres de empresas durante la crisis y que se jubilan prematuramente tras haber pasado por el desempleo y con penalizaciones en sus pensiones (hasta el 7,5% por cada año de adelanto).

La cuantía. Esas reducciones económicas en los retiros anticipados explican en parte por qué está bajando la pensión media de los nuevos jubilados asturianos. El promedio de lo que cobran los del régimen general es inferior a 1.600 euros brutos al mes por primera vez desde 2010 y encadena este año tres ejercicios consecutivos de descensos.

La merma de renta se concentra en los varones y no se aprecia estadísticamente en las mujeres. No obstante, persiste una brecha de género sustancial entre los nuevos pensionistas: ellas se están jubilando con pensiones casi un 30% inferiores a las de los hombres.

Las reformas pueden haber incidido también en la cuantía de las nuevas jubilaciones. Los cambios de 2011 alcanzaron al cómputo de las prestaciones, de forma que se está ampliando de manera gradual el número de años de la vida laboral que se tienen en cuenta para determinar la base reguladora y a partir de ella la nómina del pensionista. Antes de 2013, ese período de cómputo era de 15 años. A partir de entonces se ha añadido un año más en cada ejercicio. Hoy, la primera nómina de quien se jubila se calcula considerando las bases de cotización de los últimos 21 años.

Un cambio así tiende a rebajar la pensión como norma general, debido a que, por lo común, los trabajadores tienen peores salarios y cotizaciones cuanto más se retrocede en su trayectoria. Sin embargo, para otros la reforma es beneficiosa y más cuando coincide un período de crisis como el reciente. Es el caso de quienes en los años inmediatos anteriores a la jubilación sufrieron despidos y recortes de sueldos, o tuvieron que aceptar trabajos precarios tras perder otros mejores.

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