Compuesto y sin trabajo. Así lleva cuatro meses, que pronto serán cinco, el ovetense Víctor Casaprima. El día 4 de abril firmó un contrato laboral para incorporarse a una agencia de mercadotecnia en la que iba a ser una de sus primeras experiencias laborales tras acabar el grado en comercio y marketing, pero aún no ha podido pisar la empresa. Solo de visita. La razón es que el empleo estaba ligado a unas becas que concede el Servicio Público de Empleo a jóvenes recién graduados y que apenas tienen experiencia laboral. Solicitó la ayuda, pero ésta no llega, el tiempo corre y el joven, de 23 años, comienza a desesperarse, y a intentar buscar un nuevo trabajo. El papel que debería autorizar la citada subvención permanece atascado en la Administración regional.
"Ni yo puedo trabajar, ni la empresa puede disponer de mí. Lo que quiero es aprender, pero no puedo", protesta el joven. Su caso no es único. Fuentes de la Consejería de Empleo reconocieron que el programa de ayudas a las llamadas "prácticas no laborales para jóvenes titulados" no se están concediendo porque se está a la espera de introducir en las bases que la regulan cambios que impone el Gobierno nacional. Mientras el Principado corrige el texto, Casaprima sigue a la espera, con el contrato laboral guardado un cajón.
"Lo que más me indigna es que en la web del Principado se dice que el trámite de la subvención es sencillo y que se puede hacer cualquier día del año", asegura. Los citados contratos y subvenciones están dirigidos a jóvenes de entre los 18 y 25 años, con titulación universitaria y que no tengan una experiencia laboral superior a tres meses. De hecho, Casaprima asegura que dejó un trabajo para poder solicitar estas ayudas. En su misma posición puede haber muchos más, asegura.
Para intentar desbloquear la situación, Casaprima no ha parado de enviar correos electrónicos al Servicio Público de Empleo y a la Consejería. Le contestó la directora general de Empleo, Luis Pérez, le respondió. "Me dijo que estaba todo parado y que tenía otras alternativas, pero que para la empresa son menos ventajosas", señala. Desde la Consejería reconocen también que se pusieron en contacto con él ovetense para ofrecerle algunas alternativas.
"Mis amigos me toman el pelo constantemente por mi situación, y mi familia me dice que es una vergüenza", señala. Lo peculiar de estas ayudas es que los beneficiarios cobran durante un periodo, que va entre los tres y los nueve meses, una beca de 430,27 euros. En el caso de Casaprima iban a ser seis meses. A cambio, la empresa se compromete a poner un tutor que se encargue de guiar al recién titulado en la que será una de sus primeras experiencias fuera de las aulas. Por su parte, el Servicio Público de Empleo subvenciona a las compañías por estas labores de tutoría con una cantidad máxima de 5.760 euros. Una vez superados esos meses de beca, la compañía tiene la obligación de hacerle al recién titulado un contrato laboral con una duración de al menos seis meses.
A lo largo de estos cinco meses de espera, Casaprima no ha estado parado. Ha realizado cursos online sobre marketing, su especialidad. Pero no ceja en su empeño. "Las prácticas están muy bien porque nos dan una oportunidad para poder trabajar, lo que es vergonzoso es que no sean verdad. Esto en una empresa privada no pasaría", protesta. Y agrega: "Lo peor es que no me dan explicaciones, lo único que me dicen es 'esperamos que en breve se solucione' pero llevan diciéndome lo mismo desde mayo".
Con ese incierto horizonte, Casaprima ya se ha puesto a buscar otro empleo. Hace unos días tuvo una entrevista laboral, pero, asegura, que de momento prefiere esperar a cumplir con el contrato que firmó aquel 4 de abril y que aún no ha podido cumplir.
