El Gobierno de España y la Junta de Castilla y León condenaron la "deslealtad institucional" de la empresa multinacional Vestas por presentar un ERE para el cierre de su planta de Villadangos del Páramo (León). La compañía recibió 12,5 millones en ayudas públicas para instalarse en León y otro millón de euros para su fábrica de Ólvega (Soria), que clausuró en 2012. El cierre de León lo anunció una vez que el 29 de junio se agotó el plazo durante el que se le podía reclamar la devolución de las subvenciones.

La ministra de Industria, Reyes Maroto, tras mantener un encuentro con el comité de empresa de la planta y el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, anunció que las dos administraciones harán "todo lo posible" para "mantener los puestos de trabajo" (362 directos, 180 temporales y otros 1.000 indirectos) y solicitarán una encuentro con el consejo de administración de la multinacional. El PSOE leonés aseguró que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de viaje oficial en Chile, les garantizó que se implicará en el caso.

La Cámara de Comercio, el alcalde de León, la Diputación y partidos políticos también expresaron su malestar.

El fabricante de motores y equipos para instalaciones eólicas pretende desviar la producción de León a Rusia, China, India y Argentina.