El mercado bursátil no ha penalizado a Duro Felguera por la renuncia a aplicar un expediente de regulación de empleo (ERE) con extinción de contratos en sus oficinas centrales de Gijón y de Madrid (con más de 500 trabajadores) y haberlo sustituido por un plan de despidos individuales que afectará entre este mes y el próximo a un colectivo máximo de 20 a 25 personas que, por lo que se sabe hasta ahora, procederá básicamente de la estructura de mandos.

Aunque el ERE podría haber sido bien visto por los inversores para reducir costes y mejorar los márgenes de la sociedad, la retirada del anuncio del despido colectivo no recibió castigo en la Bolsa. El lunes, tras conocerse la noticia, la acción de Duro se apreció el 0,37%, y durante buena parte de la mañana de ayer repitió el mismo comportamiento, con un avance de otro 0,37%, hasta que, a partir de las 14.00 horas, perdió fuerza. Al final de la sesión cerró en rojo, con un retroceso del 0,74%.

Con el cierre de ayer (un mes después del estreno en el parqué el 1 de agosto de las nuevas acciones emanadas de la macroampliación de capital), la cotización de Duro Felguera se situó en 0,0267 euros por título, el 1,12% inferior al precio al que fueron colocadas las más de 4.830 millones de acciones que se emitieron en julio para reforzar los recursos propios, restablecer el equilibrio patrimonial y eludir el riesgo de insolvencia y concurso de acreedores necesario de la sociedad. Ayer se movieron en el mercado más de 10,5 millones de títulos.