Miles de personas (más de 5.000 según fuentes policiales) participaron ayer en León en la manifestación de apoyo a los trabajadores de la fábrica de aerogeneradores de Vestas en Villadangos del Páramo (León), tras el anuncio de la multinacional danesa del cierre definitivo de dicha fábrica, lo que afectará a cerca de 600 puestos de trabajo de forma directa y a 2.000 indirectos.

Bajo el lema 'En defensa de la industria y de los puestos de trabajo: No al cierre de Vestas por la reindustrialización y empleo de León' y al grito de "¡Vestas no se vende!", la reivindicación de los trabajadores ha contado con el respaldo principal de los sindicatos (CCOO, UGT y CGT) así como de la ciudadanía leonesa y representantes de los diferentes partidos políticos.

El presidente del comité de empresa de Vestas, Juan Francisco García Cabezas, explicó: "El sentido de esta manifestación es concienciar a la ciudadanía que cuando una fábrica se cierre, se muere parte de una ciudad y de una provincia". Por eso, el sindicalistas considera que "no se puede permitir que una multinacional venga a hacer uso de subvenciones y luego te deje tirado". Vestas recibió 15 millones en ayudas públicas. Ahora quiere cerrar la planta leonesa y llevar la producción a China, India, Rusia y Argentina.

El Gobierno central ha intentado mediar ante Vestas, pero el Ministerio para la Transición Ecológica ha transmitido a los trabajadores que no ve posibilidades de evitar el cierre, sólo de negociar recolocaciones. La plantilla exige que el Gobierno busque otro inversor si Vestas persiste en dejar la fábrica de Villadangos.