El economista madrileño Juan Pedro Moreno es el presidente de la consultora Accenture en España, Portugal e Israel. Lleva dos décadas vinculado a esta multinacional que tiene cerca de 384.000 profesionales en el mundo. Esta semana visitó Oviedo para asistir a una reunión de la Fundación Princesa de Asturias. En su camisa tiene bordadas sus iniciales en rojo y gualda, a juego con la pulsera que lleva en su muñeca.
-En un tuit. ¿Cuál es la principal actividad de Accenture?
-Somos una consultora que lleva 50 años en España y que hace prácticamente de todo, aunque estamos muy focalizados en ayudar a las grandes empresas a afrontar la transformación hacia la nueva economía, sobre todo al hilo de la transformación digital.
-En Asturias están reforzando su presencia.
-Lo de Asturias es curioso, porque nosotros somos 12.000 personas en España, pero en Asturias estamos altísimamente especializados en una cosa que cada vez tiene más demanda, como es el proceso y tratamiento de datos, el "big data".
-¿Por qué esa especialización?
-Tiene dos orígenes claros. El primero es una pequeña adquisición que hicimos en 2012, Neo Metrics, una compañía de "big data" de origen asturiano, y el otro es la potencia en esta materia de la Universidad de Oviedo, con la que tenemos una cátedra de inteligencia analítica avanzada que dirige el profesor Santos González, que nos ha ayudado mucho.
-¿Qué plantilla tienen?
-Ahora tenemos 43 personas en el Parque Tecnológico de Gijón, aunque hay muchos más asturianos en Accenture en Madrid a partir de su especialización aquí. Nuestra idea es, gracias a ese vínculo con la Universidad de Oviedo, seguir creciendo y este año aumentaremos la plantilla en Asturias más de un 50% por la calidad y el talento que encontramos aquí y por la creciente demanda de nuestros clientes en esa materia.
-La compra de Neo Metrics es un ejemplo de la confluencia que se da en la era digital entre de la gran empresa y la pequeña muy especializada.
-La combinación de una gran empresa bien posicionada en el mercado y una "startup" con ideas tecnológicas o productos que son novedosos es una solución perfecta y por eso hemos creado en Madrid un Digital Hub de encuentro de las tres patas: universidad, emprendedores y nosotros, con conocimiento industrial y escala. Neo Metrics es parte de eso y la persona que lleva todo el negocio de "big data" y "analitycs" en Accenture a nivel de España, Portugal e Israel es también asturiana, Isabel Fernández, que estudió en la cátedra de la Universidad de Oviedo.
-Habla de Asturias como si fuera un filón de talento, aunque aquí por lo que seguimos peleando es por mantener las minas de carbón.
-Voy a darle un dato que no suelo compartir. Como empresa nos aplicamos todas las nuevas tecnologías y todo lo que decimos a nuestros clientes que hay que hacer. Eso lo llevamos al reclutamiento. Nosotros, que contratamos a unas 3.000 personas al año, no seguimos los rankings que hay en el mercado sobre las mejores universidades. Como tenemos volumen aplicamos "big data" a nuestros datos y hacemos nuestro ranking de la procedencia de los profesionales de más éxito y mejor preparados. Pues bien, la Universidad de Oviedo está en el "top 5". La gente que sale de la universidad asturiana funciona muy bien en Accenture.
-En Asturias se han instalado varias tecnológicas porque han encontrado personal bien formado, pero también dispuesto a cobrar menos que en las grandes ciudades.
-En nuestro caso es el talento. Lo que pasa es que en la alta especialización se crean ecosistemas en los que el enriquecimiento es constante y hace que esos especialistas prefieran quedarse antes que irse a Madrid a ganar más. De todas formas nosotros no pagamos menos en Asturias.
-En 2012, cuando compraron Neo Metrics, el "big data" estaba en pañales.
-Intentamos estar muy temprano en las tecnologías emergentes. En 2012 ya nos interesábamos por el "big data" y hoy es una cosa que está al cabo de la calle y que se utiliza en muchísimos procesos: para completar datos en contratos y facturas, para detectar fraudes en las declaraciones a las aseguradoras?
-Y sobre todo para predecir comportamientos de clientes.
-Si, para predecirlos y para anticiparse. Por ejemplo trabajamos mucho con grandes industrias en predecir parones de factorías, errores de funcionamiento en máquinas, fatigas? Estudiamos todos sus datos para establecer cuándo se debe hacer el mantenimiento preventivo que evite esas circunstancias. Es un cambio radical en la eficiencia. Es una revolución porque esa labor combinada con la robótica genera unas productividades que antes eran inalcanzables. Además todas estas tecnologías permiten crear negocios que no existían y cambiar el poder de las marcas y de las empresas alrededor de algo que ha emergido que es la experiencia de consumo.
-¿A qué se refiere?
-Los consumidores ya no decidimos tanto en función del precio y de la calidad. Hoy compras cosas en Amazon que valen exactamente igual que en la tienda de al lado y que tienen la misma calidad. Compras allí porque la experiencia es buena: lo haces rápido, desde tu sillón, te lo traen, puedes devolverlo? Ganarte al consumidor con personalización y experiencia de consumo satisfactoria lo cambia todo. Yo digo que es como si hubieran repartido las cartas de nuevo y empresas pequeñas o inexistentes pueden conquistar el mercado. Es lo que pasó con Uber, pero no hace falta irse lejos, en España tenemos Cabify. Todo esto es posible porque hay nueva tecnología.
-Destacaba su apuesta por Asturias, pero se queda en nada si se compara con el centro de Accenture con 2.000 empleos que se ha anunciado para Alicante.
-Tenemos un buen negocio en España y Portugal, pero también actividad para el conjunto de Europa porque la combinación de precio y productividad es mejor aquí que en otros sitios. Por eso creamos en España nuevos centros de desarrollo tecnológico y de operaciones para Europa como es el caso del de Alicante.
-¿Y por qué Alicante y no Asturias?
-Nosotros requerimos tres elementos fundamentales y uno sí lo tiene Asturias: el talento disponible. Pero también necesitamos que sea un lugar bien comunicado, que tenga un aeropuerto internacional conectado a los principales puntos de Europa, y que haya una población contratable que maneje de forma natural otros idiomas y eso en Levante lo tenemos porque hay mucha segunda generación de extranjeros que se fueron a vivir allí. Por eso abrimos en Alicante y lo que buscamos en Asturias es alta especialización.
-¿Cómo está la empresa española en digitalización?
-Va por barrios. Hay que estar orgullosos de que España sea un país donde hay industrias que son líderes en el mundo en sectores como el del textil, con Inditex o Mango, y que han hecho procesos de transformación digital impresionantes en comercialización, pero también en producción y logística. Pero somos un país de medianas y pequeñas empresas y esas van muy por detrás.
-Taxistas frente a Uber, hoteles frente a Airbnb? ¿Se gasta mucha energía en defender lo declinante y poca en apoyar lo emergente?
-Si toda la energía que dedicamos a pedir que paren cosas, que las regulen, las dedicáramos a inventar algo nuevo y competir nos iría mucho mejor. Corremos el riesgo de ser un país que se abandone a las conquistas de otros que han pensado más y han sido más creativos. Esas nuevas compañías tienen unos modelos de negocio exitosos y venden experiencias de consumo. Te montas en un Uber porque lo pides desde la App, porque el coche está nuevo, porque te dan agua? cosas que también podría hacer el taxista tradicional porque nadie se lo impide. Ahora bien, muy distinto es que esas compañías no paguen impuestos en España y eso es un problema que hay que atajar porque no pueden tener ventajas sobre otras empresas que están ancladas al territorio. Dicho eso, no hay que parar Amazon, lo que hay que hacer es inventar algo que te posicione de una forma más atractiva.
