Caixa Bank, mayor accionista de Repsol, venderá su participación del 9,36% en la petrolera, un paquete con valor de mercado superior a los 2.500 millones, y con lo que cierra una etapa de 22 años de presencia en la compañía. Esta decisión obedece a la estrategia del banco de desprenderse de su cartera industrial.