Álvaro Platero, presidente de Gondán y ayer galardonado con el premio "Ingeniero del año en Asturias", hizo ayer un pronóstico favorable sobre las expectativas de las empresas que, como la suya, se dedican a la fabricación de barcos: "El mercado va hacia arriba para los astilleros, las perspectivas son buenas", dijo al recoger el citado galardón, promovido por la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón, Sacyr Fluor y la Fundación Caja Rural. Platero fue distinguido en la categoría "Gran trayectoria profesional". Fermín Soneira, directivo de Audi en Alemania, fue el otro "Ingeniero del año", en su caso en la versión "Proyección de futuro". "Sin ingenieros no hay desarrollo social", expuso Soneira en su turno de intervención.

La entrega de las referidas distinciones fue este año un homenaje a dos asturianos que destacan en el diseño y la fabricación de barcos y coches, dos modos de transporte que, como tantas cosas en la industria, están protagonizando cambios tecnológicos revolucionarios. "En un momento dado tuvimos que elegir entre hacer barcos baratos o hacerlos muy sofisticados, con alto valor añadido". La apuesta de Platero y sus colaboradores en Gondán por la segunda parte de tal disyuntiva ha conducido al grupo de astilleros castropolenses, explicó el ingeniero naval, a construir en Asturias buques que están en la vanguardia de Europa en aspectos como la propulsión con nuevas energías (gas y electricidad). Los dos últimos barcos que ha entregado la compañía, detalló Álvaro Platero, están destinados a dar servicio al montaje de parques eólicos marinos.

El acta del jurado de los premios destaca de Platero, además de su papel como miembro de la cuarta generación familiar que está al frente de Gondán, su condición de presidente de Pymar (patronal de los pequeños y medianos astilleros españoles) desde 2011. El "Ingeniero del año" recordó el pulso que el sector mantuvo años atrás con el comisario europeo de la Competencia, el español Joaquín Almunia, por los incentivos fiscales al sector ("tax lease"), cuya paralización puso a la construcción naval española al borde del abismo. "Fue una pelea muy dura y la ganamos, aunque él nunca lo llegó a reconocer", dijo.

Fermín Soneira (46 años), premiado como Platero, relacionó su vocación ingenieril y su pasión por los coches con su padre, mecánico en un taller de Gijón y ya fallecido. Hoy su hijo, vicepresidente global de marketing de producto en Audi AG, trabaja desde Alemania en el diseño del automóvil del futuro. "Será un vehículo eléctrico, interconectado y autónomo", pronosticó ante los asistentes al acto, que llenaron el Aula Magna del edificio histórico de la Universidad de Oviedo. Y añadió: "La mejor forma de predecir el futuro es crearlo". Palabra de ingeniero.