La construcción asturiana vuelve a tomar altura gracias a la inversión privada. Las promociones para hacer nuevas viviendas van cogiendo ritmo en la región, especialmente en dos municipios del centro: Oviedo y Siero. También en Avilés. A 31 de agosto, estos municipios ya superaban con creces el número de promociones inmobiliarias que se habían puesto en marcha en todo el año pasado. Todo un hito. Las grúas vuelven a asomar en el paisaje urbano de estas ciudades, algo que no ocurre de momento en otros lugares como las Cuencas, donde el sector sigue sin levantar cabeza, o en Llanes, donde en lo que va de año no se ha puesto en marcha ninguna construcción de pisos, aunque sí de viviendas unifamiliares. Mientras, Gijón se acerca ligeramente al volumen de vivienda nueva puesto en el mercado en 2017, pero aún sigue ligeramente por debajo. La previsión es que en lo que queda de año supere ese nivel.
Según los datos que maneja la patronal asturiana de la construcción, CAC-Asprocon, la inversión en construcción de vivienda había alcanzado a finales de agosto los 111,6 millones de euros, una cantidad que supera a toda la correspondiente a 2017 (106,8 millones).
Desgranando los números, los empresarios reconocen que la actividad de la edificación residencial está experimentando un "claro repunte" en la región. Y añaden: "Esta mejoría se debe al aumento de la edificación en planta (bloques de pisos), con 1.031 viviendas iniciadas hasta el pasado mes de agosto, una cifra que es un 28,4% superior a la de todo el año anterior". El sector vuelve a recuperar viejas sensaciones tras años con la actividad por los suelos, lo que dejó a miles de obreros en el paro y obligó a muchas empresas a echar la persiana.
Pero, cuidado, porque esa mejoría va por barrios y no todos se están recuperando por igual. La situación de Oviedo y Siero contrasta, por ejemplo, con la que viven, a muy pocos kilómetros de distancia, las comarcas mineras. Son la cara y la cruz de la construcción regional.
En la capital asturiana se iniciaron en los primeros ocho meses del año obras para levantar 346 casas, 81 más de todas las que se habían puesto en marcha el año anterior. En la ciudad han reaparecido las grúas en barrios como Prado de la Vega y en Montecerrao, con promociones que llevaban años paradas.
En Gijón, los números aún están algo por debajo de los del año pasado. Hasta agosto se habían puesto en marcha 252 unidades de obra nueva, pero la previsión es rebasar las 274 que se hicieron en 2017. Queda tiempo para conseguirlo.
Como muestra de lo relevante de estas cifras, sólo hay que echar la vista para atrás. En 2013, un año en el que la crisis parecía haber tocado fondo y en el que comenzaban a verse algunos (aunque pocos) indicadores positivos, sólo se había tramitado visados para 28 viviendas en Oviedo y 23 en Gijón. Lejísimos de los números actuales.
Siero y Avilés son los otros dos concejos en los que la construcción parece que vuelve a levantar el vuelo. Dentro del primero de ellos, el sector va tomando cierta carrerilla en localidades como Lugones, y en lo que va de año (hasta el 31 de agosto) se han puesto en marcha planes para hacer 291 pisos y casas unifamiliares. Son más de los que se iniciaron en los últimos cinco años juntos. En el caso de Avilés, hay obras para hacer 95 viviendas, mientras que en 2017 no se había registrado ninguna, según CAC-Asprocon.
Tampoco en Llanes aparecen por ahora promociones de pisos en marcha, aunque los arquitectos técnicos han visado proyectos para 21 chalés. El balance es aún más modesto en Mieres y Langreo. En el concejo cabecera de la comarca del Caudal se han iniciado 9 pisos. En Langreo no hay ninguna promoción en marcha, según los datos de la patronal. En el año 2017 se iniciaron nueve viviendas.
