Temor al cierre de Alcoa en Avilés. La multinacional aluminera, que presenta hoy los resultados del tercer trimestre, ha convocado a los comités de empresa de sus tres factorías españolas (la asturiana de Avilés y las gallegas de San Ciprián y La Coruña). Los sindicatos vienen alertando de que la situación de la aluminera es crítica. A la escalada de los precios de la luz (supone el 40% de los costes de producción), especialmente en el último año, se ha sumado la de las materias primas. El Gobierno central, además, no ha conseguido definir el marco energético estable que viene demandando la industria electrointensiva desde que desapareció en 2009 la llamada tarifa G4. En medio de esta situación, los representantes de los trabajadores están convocados hoy a mediodía a una reunión en el que el mejor de los escenarios sería un anuncio de ajustes. El temor al cierre es evidente. Alcoa amenazó con echar el candado a las fábricas de aluminio primario de Avilés y La Coruña en 2014, cuando el Gobierno puso en marcha el nuevo sistema para repartir los bonus eléctricos, la subasta de interrumpibilidad.

Los 2.000 trabajadores de los cuatro centros de producción de Alcoa en España (en San Ciprián hay dos fábricas: de aluminio primario y alúmina) están con el corazón en un puño desde que trascendió la convocatoria de la reunión con los comités. Los encuentros son a la misma hora (hoy a las 12.00 horas), el día que la multinacional presenta los resultados del último trimestre, y no hay orden del día. Los sindicalistas ni siquiera saben "con quién es la reunión ni el formato".

En medios sindicales sostienen que "hay mucho hermetismo" sobre el objeto de la reunión y los rumorología va en aumento. "Hay muchos rumores y ninguno tiene que ver con el mantenimiento de la actividad conforme lo conocemos hasta ahora", reconoció el presidente del comité de empresa de Avilés, Sergio Sobrido (USO). La fábrica de aluminio primario asturiana genera unos 300 puestos directos.

La multinacional guarda silencio y declinó ofrecer información alguna sobre el contenido de la reunión que mantiene a los trabajadores en vilo. Se limitó a incidir en el mensaje que viene trasladando: "El coste de la energía en España es alto respecto al de los países de nuestro entorno y también ha aumentado en proporciones muy elevadas el de las principales materias primas". Punto y final.

El comité de empresa avilesino reconoce que "la situación es complicada, sobre todo en los últimos tres años". "Ahora se ha agravado con el precio de la alúmina, que está disparado. El cambio de Gobierno no ha ayudado nada a mejorar la situación. Al contrario, puede haber contribuido a que la compañía haya adoptado una decisión sobre las plantas españolas", añadió Sobrido.

"Siempre que nos convocan a los tres comités a la vez es para darnos una mala noticia. No pinta nada bien. Esta vez es diferente. No solo está el problema del precio de la luz. Está la energía, las materias primas, los cierres con pérdida", apuntó el delegado sindical de la UGT, Daniel Cuartas.

Su homólogo de CC OO y delegado sindical intercentros en Alcoa, José Manuel Gómez de la Uz, afeó a la compañía la angustiosa espera. "Es penoso que lancen una bomba y nos tengan a la espera de noticias dos días", dijo. De la Uz se mostró cauto y también confiado en que "los cuatro centros de trabajo puedan seguir adelante". "No todo es ganar dinero a patadas. El grupo está en beneficios. La refinería de San Ciprián está ganando muchísimo dinero. Las pérdidas están en el aluminio. Tienen que aguantar las fábricas", sentenció el representante de Comisiones.

La multinacional estadounidense se escindió en 2016 en dos negocios: Alcoa, que se quedó con el aluminio primario (la materia prima), y Arconic, empresa centrada en el negocio aeroespacial y automotor (la de mayor valor añadido). Fuentes del sector aluminero sostienen que la operación tuvo como objeto separar los negocios por las cotizaciones en Bolsa ("Las materias primas cotizan a la baja y el negocio de Arconic cotiza más alto"). Pero los valores están siendo tan bajos que "el nerviosismo en Alcoa es global por temor a una OPA" (una operación del mercado de valores por las que una persona o entidad hace una oferta para comprar todas o parte de las acciones de una empresa que cotiza en bolsa a un precio determinado). "Hay temor a que un competidor les compre", explicaron fuentes del sector aluminero. Ante un hipotético cierre, las plantas de La Coruña y Avilés son las de mayor riesgo. Son más antiguas, menos competitivas y llevan años sin inversiones. Incluso llegaron a estar en venta.

La alerta también prendió ayer en los gobiernos de Asturias y Galicia, que mantuvieron contactos y realizaron gestiones en un intento de conocer los planes que se han decidido en Pittsburgh (Pensilvania).