El presidente de la patronal metalúrgica asturiana (Femetal), Guillermo Ulacia, renunció ayer a la presidencia de Tubos Reunidos. Ulacia (Baracaldo, 1954), muy vinculado a la economía y a la industria asturianas desde que ocupó altos cargos de responsabilidad en la siderurgia regional (1995-2005), asumió la máxima responsabilidad ejecutiva en la compañía vasca en febrero de 2017 como vicepresidente ejecutivo y el 26 de octubre, hace ahora un año, asumió su presidencia, en la que relevó a Pedro Abásolo, que llevaba 25 años en esta responsabilidad.

La renuncia se produce en un contexto de dificultades para la compañía con sede en Amurrio (Álava), y que se prolongan desde hace meses, agravadas especialmente a consecuencia de la política proteccionista de la Administración Trump en EE UU y de sus aranceles a las importaciones siderúrgicas. Tubos Reunidos manifestó en una comunicación al mercado bursátil que la dimisión de Ulacia se produjo a consecuencia de este factor y de las "turbulencias del mercado internacional" pese "al avance positivo del plan Transforma 360", que impulsó Ulacia junto con la introducción de "nuevos métodos y herramientas".

El consejo designó como nuevo presidente a Jorge Gabiola, licenciado en Derecho y hasta ahora consejero coordinador y secretario del consejo. La Bolsa penalizó al valor con una caída del 11,77% en una sesión en la que el Ibex repuntó pero los pequeños valores sufrieron castigos.

Bajo la presidencia de Ulacia, Tubos Reunidos había planteado en mayo el cierre de su acería de Sestao, baja salarial, aumento de las horas de trabajo y un cambio de mentalidad para revertir la situación de pérdidas en la que la compañía incurrió desde 2015, para lo que se consideraba necesaria a su vez un incremento de producción. En 2017 cerró con unas pérdidas 32,4 millones, el 35,4% menos que en 2016, aunque con un aumento de las ventas del 60,3% respecto a 2016, hasta los 312,5 millones. El grupo prevé culminar también en número rojos este ejercicio.

Ingeniero informático, Ulacia desempeñó cargos de responsabilidad en Opel y General Motors y en Arcelor, en ambos casos, en España y Europa. Fue presidente de la patronal siderúrgica Unesid, la compañía Gamesa, la Agencia Vasca de la Innovacion (Innobasque) e Ibermática y desempeñó cargos en el grupo Artetxe, los consejos de Deusto Business School y del Instituto Vasco para la Competitividad y es presidente de la Comisión de Industria y Energía de la CEOE.

Además de presidente de Femetal es uno de los cuatro vicepresidentes de la patronal asturiana (Fade).