El anunciado cierre de Alcoa generará una sangría de empleo en la región (da trabajo directo, indirecto e inducido a más de 600 familias) y tendrá importantes daños colaterales en las arcas de la Autoridad Portuaria y de los municipios de Avilés y Gozón, en los que está asentada la fábrica. La compañía aporta a sendos ayuntamientos unos dos millones de euros en tasas y tributos, de los que 1,2 corresponden al concejo gozoniego y unos 800.000 al avilesino, según fuentes municipales.

La multinacional dispone de su propio muelle en el puerto de Avilés, en la margen derecha de la ría. Allí mueve unas 150.000 toneladas al año (es la previsión del actual ejercicio) y paga unos 530.000 euros por la concesión y por la facturación por tráficos. Esta cifra supone en torno al 3,5% de los ingresos anuales de la Autoridad Portuaria de Avilés, que maneja unos 15 millones de euros al año.

La factura de Alcoa por tasas y servicios portuarios llegó en 2011 a los 730.000 euros, la más elevada en años. Entonces la aluminera movió por los muelles de Avilés 202.285 toneladas, casi el doble que en el pasado ejercicio. En lo que va de año, el tráfico portuario de Alcoa está en 89.549 toneladas.

La factoría de San Balandrán se encuentra a caballo entre los concejos de Avilés y Gozón, de ahí que la multinacional pague impuestos en ambos ayuntamientos. La mayor cuantía corresponde al gozoniego, que recibe al año 1,2 millones a través del IAE (Impuesto de Actividades Económicas). Sus arcas se tambalean con el cierre, según reconoce su regidor. "Nos deja en una situación insostenible. El Ayuntamiento tiene una gran deuda y hasta 2022 tenemos que pagar 1,5 millones al año. No podremos realizar inversiones", explicó el alcalde socialista, Jorge Suárez.

A las cuentas avilesinas llegan unos 800.000 euros del gigante del aluminio. Según las fuentes consultadas, un tercio de lo que recauda el Ayuntamiento por este impuesto que grava la actividad económica procede de la multinacional estadounidense. Alcoa aporta a la comarca avilesina, entre impuestos a los consistorios y concesiones y servicios portuarios, unos 2,5 millones de euros.

En todos los casos son sumas considerables, pero desde los dos ayuntamientos y desde la Autoridad Portuaria insisten en que tanto su cabeza como su corazón están con los trabajadores de la aluminera y sus familias. "Lo peor es toda esa gente que dejará de cobrar todos los meses", subrayan.

La de Alcoa es una plantilla joven. La media de edad ronda los 40 años y la mayoría de los trabajadores residen en la comarca avilesina, que viene sufriendo una imparable pérdida de población desde hace años.