"Esperamos que se sienten las bases de un diálogo constructivo entre la Administración del Estado y la empresa y que se retire el expediente de regulación de empleo". Esta es la gran esperanza que tiene depositada la plantilla de Alcoa en la reunión que mantendrán esta tarde en Madrid representantes de la multinacional aluminera y del Gobierno de Pedro Sánchez. Así lo trasladó ayer el presidente del comité de empresa, Sergio Sobrido, en la segunda concentración ante la fábrica de los trabajadores, que preparan una concentración el jueves (12.00 horas) ante el Ayuntamiento de Avilés y una marcha a pie a Oviedo el próximo sábado.

En la reunión de esta tarde participarán por parte del Gobierno central secretarios de Estado o de niveles inferiores. No lo hará ni la ministra de Industria, Reyes Maroto, que hoy inicia un viaje oficial a China previamente programado, ni la de Transición Ecológica, Teresa Ribera, que se encuentra en Cracovia (Polonia).

En la víspera de ese encuentro, los trabajadores expresaban ayer su consternación. "Lo vemos negro. Estamos trabajando como siempre, al 80 o 90% de las posibilidades de la fábrica pero con un despido sobre la mesa, sin opción. Esperamos que al menos se levante el expediente y se hable de la continuidad de la fábrica, de una venta. Cuando llegué en 2006 y 2007 se batieron récords de beneficios y aquí no hemos visto en todos estos años más que mantenimiento de quita y pon. La gente ha dado todo de sí para sacar esto adelante y ellos nada. Si esto no se arregla, es un drama", protestaba ayer Moisés Quintana, arropado por su mujer Belén López y sus tres hijos (Marcos, Álex y Adara), en la concentración de la tarde.

Pablo Fernández acaba de comprar un piso con su pareja y el anuncio del cierre ha estallado en plenos preparativos de boda: "De la reunión espero que haya una buena noticia. Seguir trabajando en esta situación es muy duro. A los políticos les pido que nos echen una mano e investiguen bien dónde está el dinero de todos estos años".

"Lo peor es venir aquí a trabajar sabiendo lo que hay y que encima te digan: 'Cuidadín no te desconcentres y te hagas daño'. Esperanza hay, si la perdemos ya no nos queda nada", señaló el avilesino Francisco Javier Suárez, que hace tan solo once meses tuvo a su segundo hijo.

Líderes políticos y sindicales acudieron a la concentración en apoyo a los trabajadores y para exigir a la multinacional que "Alcoa no se cierra". La alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín, declinó entrar en el debate sobre una posible venta: "No es el momento de hablar de esto sino de exigir a la empresa que cumpla su compromiso con nuestra comarca. Todo lo demás es hacerle un favor. Alcoa no se puede ir de rositas". A la protesta acudieron también trabajadores de otras industrias y empresas de la comarca, como Arcelor-Mittal, Asturiana de Zinc o DXC.

El consejero de Empleo, Isaac Pola, señaló que el Gobierno asturiano demandará hoy a la compañía que deponga su intención de cierre y al Gobierno central que "desbloquee de inmediato" los 150 millones de euros reservados para la gran industria por los costes indirectos de emisiones de CO2. A la reunión de hoy en Madrid asistirá por el Principado el director general de Industria del Principado, Manuel Monterrey (Pola viaja a Holanda junto a empresas asturianas a una feria de energías renovables marinas). El Ejecutivo asturiano también demandará al central que no dé ventajas a la industria vasca con los nuevos peajes eléctricos. Por los detalles de ese encuentro aguardan más de 300 familias y toda la comarca avilesina.