Asturias es la única comunidad que tiene menos empleos y más parados que hace un año, según la Encuesta de Población Activa (EPA). Los resultados correspondientes al pasado verano indican que la industria asturiana atraviesa dificultades que están lastrando la recuperación de la economía regional y despegándola de la mejora del país. El Gobierno del Principado reconoce que el balance es desfavorable y empresarios y sindicatos se mueven entre la preocupación y la alarma, en especial por la destrucción de trabajo (5.000 ocupados menos desde 2017) que se atribuye al sector fabril en medio de la crisis por el anuncio de cierre de Alcoa.

Los principales resultados de la encuesta se sintetizan en los siguientes puntos.

Parados. Asturias tuvo en el tercer trimestre una media de 63.600 parados, 1.800 más que en el trimestre precedente y 2.100 más que a la misma altura de 2017. Este último dato convierte a la región en la única donde aumentó el desempleo en tasa interanual (3,56%). En el conjunto de España, el paro bajó en más de 400.000 personas de un año para otro. Al contrario que en Asturias, el resto del Noroeste también redujo intensamente el desempleo: -29% en Cantabria, -15% en Galicia y -14% en Castilla y León.

Ocupados. El número de asturianos con trabajo dentro de la región (394.400 durante el verano) descendió en 300 individuos respecto a la primavera (a pesar de la campaña turística, según la EPA) y en 3.500 en relación a 2017. Ninguna otra comunidad ha perdido empleo en el plazo del último año y el conjunto del país ha ganado 478.800 ocupados. Asturias aparece así descolgada del buen tono del mercado laboral que se sigue observando en España.

Las limitaciones de la encuesta hacen que los expertos pongan a menudo en cuarentena el crédito de los resultados trimestrales de la EPA y que recomienden utilizar medias anuales. Pero con estas últimas el retrato tampoco mejora: considerando períodos homogéneos de doce meses (entre el último trimestre de un ejercicio y el tercer trimestre del siguiente), la región ha destruido 5.400 empleos. ¿Dónde? El golpe se concentra en la industria (5.000 empleos menos en un año), si bien tal resultado choca con el balance de afiliaciones a la Seguridad Social, que refleja una merma mucho menos relevante de trabajadores industriales (pérdida de 300 cotizantes).

Con independencia de las posibles incongruencias de la EPA, el Gobierno asturiano admitió que los datos "no resultan favorables". La patronal FADE los calificó como "preocupantes". UGT considera que la encuesta "evidencia la urgente necesidad de una política industrial y energética a través de un pacto de Estado". Y CC OO sentenció: "La destrucción de tejido industrial supone una catástrofe laboral y social".