Darío Gómez tiene seis años y suma ya dos manifestaciones a hombros de su padre, el trabajador de Alcoa David Gómez. Tenía solo dos años y medio cuando sus padres se echaron a la calle aquel 11 de diciembre de 2014 por la defensa del aluminio, por el pan de su hogar. Ayer, volvió a fotografiarse a hombros de su progenitor y cogiendo la bandera que buscó desde el inicio de la protesta para gritar junto a los hijos de la fábrica de San Balandrán: "¡Alcoa no se cierra!".

"Al principio me aburría un poco, pero al final lo he pasado bien. ¡Alcoa no se cierra!", comentaba el pequeño en la Plaza de España cuando la multitud empezó a dispersarse tras hacer historia en la primera manifestación de la segunda reconversión. Su madre, emocionada, repetía: "Toda Asturias está unida contra el cierre de Alcoa, que retire el ERE ya".

La manifestación que abarrotó la ciudad contó con la participación de representantes de todos los partidos políticos, del mundo cultural, social y deportivo de Avilés. Destacó la presencia de muchos de los alcaldes de la comarca, como Jorge Suárez, de Gozón; Alberto Tirador, de Illas; Iván Fernández, de Corvera; Jaime Menéndez Corrales, de Soto del Barco, y Carmen Arango, de Muros de Nalón. Trabajadores de otros colectivos aprovecharon para visibilizar su lucha, como los intoxicados por mercurio en Asturiana de Zinc y las empleadas del economato de Llaranes.

El mundo deportivo avilesino también acompañó a los trabajadores de Alcoa. Ahí estuvieron Carlos Núñez, futbolista del Real Avilés y exjugadores como Abraham Albarrán. Del Avilés Stadium acudieron directivos a título personal así como representantes del Navarro, del Marino de Luanco, del equipo de fútbol femenino de Las Vegas, del Llaranes y muchos de los directivos y deportistas de la Atlética Avilesina. Integrantes de Fundación Deporte Avilés (Fundavi) suspendieron sus entrenamientos para participar en la marcha.