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Las otras batallas que sí pierde la banca

Los jueces están dando la razón mayoritariamente a los consumidores en los pleitos por cláusulas suelo, gastos hipotecarios, préstamos multidivisa e intereses de las tarjetas

La concentración en Gijón

La banca consiguió hace unos días una victoria en el Supremo. Logró que el alto tribunal, de una forma muy polémica, le diera la razón y le eximiera de pagar el impuesto de actos jurídicos que se abona cuando se firma una hipoteca, aunque sólo fue tanto en un partido que las entidades financieras están perdido por goleada en los juzgados. Tan abultado está siendo el marcador que los abogados aseguran que prácticamente en el cien por cien de los pleitos los jueces asturianos están fallando a favor de los hipotecados. La lista de victorias judiciales de los consumidores es muy larga y abarca asuntos tan dispares como el de los gastos de las hipotecas, la comisiones de las tarjetas de crédito o las cláusulas suelo.

Desde ayer, los bancos tienen que cargar con el pago del impuesto de actos jurídicos documentados, tras un cambio de ley del Gobierno. Pero esa norma cierra la puerta a que los ya hipotecados puedan reclamar la devolución del impuesto. Una de las pocas alegrías que se está llevando la banca. "Los pleitos que se están ganando son porque se está reconociendo el derecho del consumidor. Se acaba recuperando por la vía de los juzgados algo que debería de estar regulado políticamente", resume el abogado asturiano Juan Rodríguez-Ovejero, especialista en estos casos.

Los casos más candentes son los siguientes.

Gastos hipotecarios. El letrado ovetense Jorge Álvarez de Linera asegura que, actualmente, estos son los casos que están generando un mayor volumen de litigios. Y algo que muchos consumidores no tienen en cuenta es que las reclamación no prescribe, advierte el abogado. "Puede pedirse la devolución de los gastos de cualquier préstamo, pese a que se haya constituido hace muchos años, y aunque esté cancelado". Con lo que el número de afectados es mayúsculo. Se puede recuperar lo que en su momento se pagó por los gastos de notaría, de registro y de gestoría, además del coste de la tasación. Todo menos el impuesto de actos jurídicos documentados. Depende de la cuantía del préstamo pero "se pueden llegar a rescatar 1.500 euros o más", señala Rodríguez-Ovejero. La Unión de Consumidores (UCE) tiene preparadas miles de demandas para exigir la devolución de estos gastos. "Estaban paradas a la espera del Supremo", asegura el letrado de la organización, José Antonio Ballesteros.

Claúsulas suelo y "swaps". Son dos productos que causaron una gran polémica y cuyas reclamaciones continúan goteando. "Aún quedan afectados por reclamar", apunta Ballesteros. El del suelo, un límite que imponía la banca para que las bajadas del euribor no le afectaran, fue una de las grandes derrotas de la banca. El caso, tras dar algunos tumbos, llegó a manos del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que dio la razón a los consumidores y abrió la puerta a que pudieran exigir la retroactividad total de lo que su entidad les cobró de más. En cuanto a los "swaps", se trata de un seguro muy complejo y de riesgo que la banca usaba para defenderse de los vaivenes de los tipos de interés.

Tarjetas de crédito y micropréstamos. Es otro de los principales frentes de esta batalla judicial. "Cada mes se incrementa el número de estas reclamaciones", reconoce Álvarez de Linera, "pero aún no se han presentado ni el 4%". El problema está en los intereses. Las de las tarjetas de crédito están en una media del 25% y en el caso de los micropréstamos ese porcentaje se dispara, incluso, hasta un 4.000%. Linera cuenta el caso de una asturiana que solicitó una de estos préstamos por valor de 200 euros. Tres meses después y tras haber pagado 150 euros debía aún 450. "Los intereses, comisiones y penalizaciones incrementan vertiginosamente la deuda", señala.

Hipotecas abusivas. Cuenta Ballesteros que hubo algunas entidades que comercializaron hace tiempo unas hipotecas en las que se comenzaba pagando una cuota mínima, pero, a cambio, el diferencial iba subiendo año a año e incrementado notablemente la deuda. Los afectados ya están presentando las primeras demandas, y ganándolas. "Las llamaban hipotecas tranquilidad, pero de tranquilidad tenían poco", señala el letrado.

Otros productos. Los jueces también están dando la razón a los consumidores en casos como el de las hipotecas multidivisa (referenciadas a una moneda extranjera), los ligados al IRPH (un tipo de interés sobre el que el Tribunal Europeo está apunto de pronunciarse sobre si es poco transparente y abusivo). Pero no son los únicos, hay más. En la lista figuran también las cláusulas de redondeo, los depósitos estructurados o las obligaciones convertibles en acciones, por ejemplo.

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