Magdalena Valerio, ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, descartó ayer en Santiago de Compostela, poco antes de participar en la presentación del candidato socialista a la Xunta de Galicia, que el Gobierno de España tenga pensado nacionalizar las factorías que la multinacional norteamericana Alcoa pretende clausurar en Avilés y La Coruña. Este rechazo tajante lo hizo, además, apelando a este argumento: "No estamos en una economía estatalizada como para intervenir la empresa, no estamos en un régimen comunista".

José Manuel Gómez de la Uz, el presidente del comité de empresa de Avilés, aseguró no comprender a la Ministra en tanto en cuanto "Francia o Italia han intervenido de una u otra manera en crisis de fábricas", dijo. "Me parece que ni uno ni otro países son comunistas, pero lo tengo que mirar", añadió. "Estamos seguros de que Valerio no es soviética, pero ahora dudamos que sea socialista", añadió el también miembro del comité europeo de Alcoa, el órgano de representación de los trabajadores que ha llevado a los tribunales holandeses a la multinacional por haber eludido, según su criterio, el deber de informar a la plantilla sobre el cierre de las dos fábricas de aluminio primario.

La intervención estatal en las fábricas, pertenecientes a Alcoa desde la privatización de la pública Inespal en 1998, es una demanda que defienden los representantes sindicales en la planta de La Coruña y que está latente también en la de Avilés. Si se considera estratégico el sector aluminio la Constitución deja abierta una puerta para el paso adelante del Estado: el artículo 128 punto 2, que dice: "Se reconoce la iniciativa pública en la actividad económica. Mediante ley se podrá reservar al sector público recursos o servicios esenciales, especialmente en caso de monopolio y asimismo acordar la intervención de empresas cuando así lo exigiere el interés general".

Gómez de la Uz animó a la Ministra de Trabajo a aclarar de qué parte está. "Queremos conocer a nuestros enemigos. El presidente Pedro Sánchez dijo no hace mucho en un mítin que cuando viene a Asturias está como en casa. En casa tiene muchas familias que están pendientes de qué va a pasar en la fábrica", apuntó el líder sindical. "Le pedimos al flamante candidato socialista a la presidencia del Principado [Adrián Barbón] que deje de ponerse de perfil en esta crisis", apostilló.

Las palabras de la Ministra de Trabajo llegan después de que el frente de las administraciones públicas se hubiera presentado unido este jueves pasado, precisamente el día en que salieron a las calles de Avilés más de 50.000 personas al grito de "Alcoa no se cierra". La unidad la escenificaron los dos presidentes autonómicos afectados (los de Asturias y Galicia) y también los dos alcaldes de las ciudades afectadas (Avilés y La Coruña).

Antes de sumarse al acto de proclamación del candidato socialista a la Xunta de Galicia, Gonzalo Caballero, la Ministra de Trabajo se comprometió a estudiar el expediente de regulación de empleo extintivo que supondrá el cierre de las plantas de la aluminera y la destrucción de casi 700 empleos directos.

"Hay un expediente de regulación de empleo presentado en el Ministerio de Trabajo, yo como Ministra me comprometo a estudiar en profundidad este expediente y a dar una solución, que tengo la convicción, espero y deseo, que sea satisfactoria para mejorar la situación que en este momento tienen las miles de personas afectadas por el posible expediente de regulación de empleo de Alcoa", declaró.

Por el momento, la empresa ha convocado a los representantes sindicales para negociar los despidos colectivos. La compañía considera que hace dos semanas se abrieron las consultas, sin embargo, eso lo rechazan los sindicatos. Por eso han demandado a la empresa en Holanda.