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Las pequeñas auxiliares de Alcoa perderán hasta un 30% de su negocio con el cierre

"Es muy difícil acudir cada jornada a la fábrica sabiendo que en cuatro días no habrá tarea", sostienen los obreros de las subcontratas

La empresa de autobuses Cabo Peñas es la que se encarga de llevar y traer a los trabajadores de Alcoa: de las paradas a la planta y de la planta a las paradas. "El contrato que tenemos con ellos es importantísimo para nosotros", asegura Dionisio García Iglesias que, junto a su hermano Luis, es el propietario de 16 vehículos y da empleo a 17 conductores (dos son los propios socios de la empresa). "Sin el contrato perderemos un 30 por ciento de nuestra facturación", reconoce el pequeño empresario. "Y eso se traduce en que nos veremos obligados a prescindir de dos conductores", se lamenta García Iglesias.

El anuncio de cierre de la planta de Alcoa en Avilés afecta de manera directa a 317 familias. Sin embargo, sus consecuencias se engrandecen en el sector de la industria auxiliar. En las instalaciones de la aluminera desarrollan tarea grandes empresas como Imasa y Jofrasa. También está Montrasa Maessa Asturias, que actualmente se encuentra en concurso de acreedores. "Es muy difícil acudir todos los días al trabajo sabiendo que en cuatro días no habrá tarea", se lamenta Jorge Calzón, que es un veterano en Imasa, es decir, un experto en mantenmiento con casi tres décadas de antiguedad en su puesto. "Lo que nos está pasando ahora es que llegamos, pero Alcoa no nos da la tarea que nos daba antes", explica Francisco Bohúa, otro empleado de Imasa, otro mantenedor.

La afectación del cierre de Alcoa entre el personal auxiliar es peligrosa. Las compañías que los emplean no tienen notificación de que hayan concluido sus respectivas obras, es decir, que oficialmente, no ha pasado nada. Sucede, sin embargo, que los trabajadores -que son veteranos en su mayor parte- saben que llegará un día en que se tengan que volver para casa. "Y no podremos hacer otra cosa", señala Jorge Calzón. Los contratos por obra se acaban cuando no hay obra y no la habrá cuando Alcoa baje la persiana, que es lo que pretende hacer en poco más de dos semanas. "Volveremos a nuestras empresas y, entonces, nos dirán si nos reubican", explicó Roberto Rodríguez, otro obrero veteranos de la industria auxiliar.

Esto, la reubicación del personal, no está asegurada en las auxiliares más pequeñas. "Nosotros tenemos a cuatro personas en Alcoa. Se encargan de la reparación de vehículos y de otros equipos móviles, es decir, carretillas, palas mecánicas... Si cierra Alcoa, es difícil que podamos recolocarlos", reconoce Samuel López, que es el encargado en la empresa Comefa, del contrato de Alcoa. El roto del posible cierre de Alcoa le va a suponer a este taller "un 20 por ciento de la facturación anual de la compañía", asegura López que reconoce que "algo se oía de una crisis en Alcoa". Pero ese algo no era el cierre: "Como mucho, limitar la producción de alguna de las series", dice López.

Dionisio García Iglesias, de Cabo Peñas, comenta: "Sólo nos queda dar voces, como todos en la ciudad". Mientras tanto, su empresa lleva a los trabajadores de Alcoa a sus puestos de trabajo. Nadie sabe cómo serán las próximas navidades. "Si cierra Alcoa, cerramos todos", reconocen los trabajadores de las auxiliares.

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