Alemania decreció el 0,2% en el tercer trimestre (lo que no ocurría desde comienzos de 2015) tras tres trimestres creciendo entre el 0,5 y el 0,4%. El retroceso alemán (que, de persistir, podría tener un efecto negativo sobre el área) se atribuye a la caída de las exportaciones (en parte, por la desaceleración china y el impacto de los aranceles de EE UU) y a una menor demanda interna. Junto con el retroceso alemán se confirma el estancamiento de Italia, tercera economía del euro.

España mantiene la misma tasa de avance desde el segundo trimestre: 0,6%, el doble que la UE (0,3%) y el triple que la Eurozona (0,2%). España es el octavo país de 28 con mejor comportamiento trimestral y décimo interanual, y lidera el avance de las grandes economías pese a que Francia aceleró del 0,2% al 0,4%. La UE ha desacelerado de forma significativa (bajó del 0,5% al 0,3%) y aún más la Eurozona: cayó del 0,4 al 0,2%, peor dato en cuatro años. Esta tendencia podría dificultar al BCE la retirada de estímulos.

Japón, interrumpió su recuperación y contrajo su PIB el 1,2%. El Gobierno lo atribuyó a los desastres naturales.