El secretario de Estado de Energía, José Domínguez Abascal, remitió ayer una carta al consejero asturiano de Industria, Isaac Pola, solicitando su colaboración para la confección del "estatuto de empresas electrointensivas", el nuevo mecanismo que el Gobierno prevé para moderar los costes de las compañías con altos consumos energéticos. El Ministerio quiere contar con la "experiencia sobre el terreno" de la Consejería asturiana, dado el peso de este tipo de industria en el Principado (Alcoa, Arcelor o Asturiana de Zinc), para que proponga alternativas y sugerencias que enriquezcan el texto definitivo del estatuto con el que se pretende ayudar a este tipo de empresas a superar el período de transición energética.

El secretario concluye su misiva solicitando a Pola "tu opinión para poder desarrollar esta propuesta por lo que te ruego me remitas próximamente las ideas o propuestas que consideres relevantes".

Según fuentes del ministerio de Transición Ecológica, el estatuto de empresas electrointensivas será "una de las patas principales" del Plan Integrado de Energía y Clima que el España deberá presentar a la Unión Europea antes de fin de año.

La gran industria asturiana está expuesta a pérdidas de competitividad si el nuevo modelo energético encarece el precio de la luz. El propósito del Ministerio de Teresa Ribera, indicaron la fuentes consultadas, es tomar medidas para conjurar ese riesgo. Pero un cierre prematuro y total de las térmicas comprometería además la seguridad y calidad del suministro a las industrias con grandes consumos, para las que ahora es fundamental el funcionamiento y la proximidad de la térmica de EDP en Aboño.