El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, defendió ayer la propuesta del Ministerio de Transición Ecológica para prohibir la matriculación de coches con emisiones directas de CO2 (gasolina, diésel e híbridos) desde 2040: "Tenemos que ser valientes en todo lo que tiene que ver con el cambio climático", dijo el presidente.

En los pasillos del Congreso, Sánchez recordó además que otros países europeos como Alemania prevé que esa misma prohibición llegue antes, en 2032 en el caso del país de Ángela Merkel. Las ministras de Transición Ecológica, Teresa Ribera, y de Industria, Reyes Maroto, también se manifestaron sobre los criterios de la futura ley de Cambio Climático y Transición Energética y su impacto en el sector automovilístico. Maroto subrayó que España debe acelerar en la industria del coche eléctrico: "El hecho de que hoy sólo tengamos cuatro modelos eléctricos que se producen en España nos obliga a ir más deprisa; China y Corea del Sur ya los producen en cadena; o lo hacemos nosotros también o vamos perder el liderazgo que ahora tenemos en España y en Europa".

La ministra de Industria apostilló que la propuesta de detener la matriculación e 2040 es "prudente" y que está alineada con las que se manejan en Francia y Reino Unido. Holanda, cito, se ha marcado un objetivo mucho "más ambicioso" (2025).

Teresa Ribera, cuyo departamento divulgó anteayer un primer documento de trabajo que servirá de base a la elaboración de la ley de Cambio Climático, destacó en Hospitalet (Barcelona) que al Gobierno "le importa mucho" el peso de la industria del automóvil (11% del PIB español) y defendió que es necesario mantener ese peso ante el cambio que se está gestando en el mundo hacia la electrificación del transporte. "El desafío es hacer evolucionar el modelo (de la industria) hacia donde tiene que evolucionar", dijo.

Las patronales del sector automovilístico han acogido con recelo y preocupación los criterios del Gobierno. Tras las dudas expresadas anteayer por otras organizaciones, Ganvam, asociación de vendedores de vehículos, talleres y empresas de recambios, señaló que el anuncio del Gobierno genera "más incertidumbre entre los ciudadanos", lo que puede retraer las ventas.

El Gobierno asturiano se mostró cercano a las preocupaciones del sector. "Anuncios de ese tipo tienen consecuencias inmediatas sobre el trabajo de las personas y sobre los planes de las empresas", dijo el consejero de Presidencia y portavoz del Principado, Guillermo Martínez, sobre la idea de "poner fecha de defunción a los motores de combustión".