La multinacional Alcoa no tiene pensado participar en una nueva reunión de la llamada Mesa de Trabajo de Alcoa que convocó ayer el Ministerio de Industria. "La empresa está centrada en el desarrollo del período de consultas que comenzó el pasado día 31", apuntó una portavoz de la compañía. "Hemos mantenido una relación fluida con las instituciones y esperamos seguir así". El secretario General de Industria, Raúl Blanco Díaz, ha llamado a Madrid a las administraciones públicas -los ayuntamientos de Avilés y de Gozón y el Principado-, a la propia empresa y a los representantes de las federaciones industriales de los sindicatos mayoritarios. Se da la circunstancia de que Jorge Suárez, el regidor gozoniego, no había participado en la primera cumbre por el futuro de la aluminera, la reunión que se celebró el 8 de noviembre. Junto a Suárez han confirmado su presencia Mariví Monteserín, la alcaldesa avilesina, e Isaac Pola, el consejero de Industria asturiano. Los sindicatos enviarán representantes estatales.

Alcoa justifica su ausencia en el encuentro -fechado primero el lunes y, finalmente, el miércoles- porque "la compañía está centrada en avanzar en la mesa negociadora", subrayó una portavoz de la multinacional. Uno de las metas perseguidas por la multinacionial es la constitución efectiva de la misma: "No se ha podido hacer ante la ausencia de los trabajadores de La Coruña", subrayó la misma portavoz. Los representantes avilesinos han acudido a las anteriores convocatorias para señalar a la empresa que no era posible la negociación de los despidos colectivos porque el comité europeo (Eurofórum) no había sido informado en tiempo y forma. Esta circunstancia es la que ha llevado a los trabajadores a llevar a la multinacional a los juzgados de Rotterdam, en Holanda. El lunes a las 9.00 horas se celebra una vista que debería estar clarificada la próxima semana. El presidente del comité de empresa, José Manuel Gómez de la Uz, explicó ayer que la vista holandesa servirá para que las autoridades europeas vean "de verdad lo que está pasando aquí, en Avilés".

Por otra parte, los trabajadores de Alcoa en Avilés protagonizaron ayer una concentración a las puertas de la planta en San Balandrán. Fueron más de once horas. Hubo quema de neumáticos y también petardos. Todo para subrayar una situación que se viene arrastrando desde que el pasado día 17 de octubre la empresa Alcoa desveló su intención de practicar un despido colectivo que conlleva mandar para casa a 317 personas que trabajan en la aluminera avilesina.

Los trabajadores manifestaron su cabreo ante lo que consideran "insuficiente implicación del Gobierno regional con la lucha por sus empleos". Ese cabreo se dirigió directamente al consejero de Industria y Empleo, Isaac Pola, y no al presidente del Principado, Javier Fernández. "El consejero Pola nunca vino aquí, a la fábrica, a decirnos absolutamente nada. La verdad es que no lo estamos viendo muy involucrado, al contrario que al presidente", declaró Gómez de la Uz en una rueda de prensa que se celebró en la carpa en la que los trabajadores de la multinacional se concentran desde el inicio de la crisis.

La agenda de Alcoa de esta semana cuenta con tres fechas clave: el lunes, en Rotterdam y el miércoles y el jueves, en Madrid. Los sindicatos confían en que la resolución preliminar que tiene que dictar un magistrado holandés llegue a España a tiempo de impedir el comienzo de las negociaciones de los despidos. Las citas madrileñas tienen dos objetivos: la del miércoles, avanzar en la búsqueda de alternativas al cierre en el frente de las instituciones; la de jueves, dilucidar si comienza o se aparca el diálogo sobre el ERE y con qué plazos.