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BELARMINO FEITO | Presidente de la Federación Asturiana de Empresarios

"El cortoplacismo habitual en los políticos está contraindicado para Asturias"

"La región tiene potencial para revertir la tendencia económica que lleva, y los empresarios estamos llamados a liderar las propuestas para hacerlo"

Belarmino Feito. L. M.

Belarmino Feito (Somiedo, 1965) formalizó hace ahora un año su candidatura a la presidencia de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), un proyecto que había echado a andar meses antes y que desde el principio auguraba -para el caso de una victoria que se consumó el pasado enero- un giro en el estilo de liderazgo de la patronal alineado con la personalidad del propio Feito y con un programa que prometía, sobre todo, dotar a las empresas de una voz más potente y unida en los asuntos de la región. En esa estrategia cabe contextualizar el documento "22 acciones ineludibles para el progreso de Asturias", elaborado ante la cercanía de las elecciones autonómicas. Es un catálogo de propuestas en materia de formación, fiscalidad, comunicaciones y promoción económica presentado por la FADE este viernes en un acto con 800 personas que mostró el alto nivel de adhesión que suscita el discurso de Feito entre los empresarios.

- Dijo usted allí que los empresarios asturianos "salían del armario" para hacer oir su voz sobre la situación de Asturias y sobre las políticas públicas que se necesitan. ¿Acaso esa voz y los intereses de las empresas no habían sido tenidos en cuenta hasta ahora?

-Quizá un poco acomplejados por la imagen negativa que a menudo se tuvo de ellos, los empresarios casi siempre han permanecido de alguna manera en la sombra. No convocamos huelgas, ni nos manifestamos, ni salimos con pancartas a la calle; tendemos a desarrollar la actividad en silencio, asumiendo todo lo que nos viene. Eso tuvo como consecuencia que otros colectivos y organizaciones fueran más visibles mientras los empresarios estaban en un cierto ostracismo. Pero los empresarios tienen mucho que decir, son los que tienen la experiencia en muchas cuestiones, y sería una pena que eso no se elevara a propuestas. No hay costumbre de que los empresarios opinen de muchas cosas. Nunca hicieron grandes alardes en el sentido de posicionarse o ser reivindicativos. Por ello, creo que el acto de la FADE del viernes va a marcar un antes y un después.

- Reivindica el liderazgo de los empresarios para el cambio que necesita Asturias. ¿De dónde viene la legitimidad que también invoca usted para hacerlo?

-Los empresarios tienen voz y tienen toda la legitimidad del mundo para proponer y opinar. Y creo que, por el momento en que se encuentra Asturias y en base a datos reales, es necesario revertir la tendencia que llevamos. A la vista de cómo está la región, los empresarios están llamados a liderar las propuestas que hagan cambiar esa situación. Estamos aquí y vamos a opinar. Yo tengo el deber y la responsabilidad de ser la voz de los empresarios y este viernes ellos me han dado el respaldo y la legitimidad para hacer pública esa voz.

- ¿No están invadiendo territorios de la clase política?

-Lo que hacemos es por necesidad. Se puede pensar lo que se quiera, pero lo que estamos haciendo es un ejercicio de responsabilidad. Y no tenemos ningún problema en compartir un espacio de opinión y de propuesta. Quizás en Asturias no estábamos acostumbrados a que opinaran los empresarios, pero lo único que hacemos es ocupar un lugar que no está reservado a nadie. Este es un país democrático y todos tenemos el derecho a expresar nuestra opinión. Además, la experiencia nos da legitimidad, y nos la da también el hecho de ser quienes soportamos la estructura económica de la región. Otra cosa es que no se haya hecho hasta ahora.

- Proponen un giro en las políticas públicas que ponga a la empresa y a la generación de actividad económica en el centro de la acción. Ello implica reasignar recursos que son escasos. ¿Se puede hacer sin recortar el gasto social?

-Entre nuestras propuestas hay muchas que no tienen costes y hay otras que requieren evidentemente esa reasignación de los recursos. Pero tenemos que partir de una base que no debemos obviar: en este momento hay unas tendencias y las tenemos que revertir. Evidentemente, habrá que priorizar con los recursos. Nuestras propuestas tienen que ser motivo de discusión y de debate, pero lo más importante de todo, lo que más destacaría, es que no son una ocurrencia de Belarmino, sino las ideas de todos los que hacemos empresa en Asturias. Y eso ha quedado patente este viernes en un acto empresarial sin precedentes. Lo empresarios somos quienes lideramos la actividad económica y quienes podemos generar la masa crítica para hacer una Asturias que progrese y que recaude para mejorar el Estado del bienestar.

- Han hecho ustedes un diagnóstico sin concesiones que retrata una Asturias en claro declive económico. ¿Hay algún lugar en él para el optimismo?

-El diagnóstico es contundente, pero realista. Y en todo caso queremos poner el mensaje en positivo. Ese diagnóstico está basado en datos obvios y reales, y las tendencias son las que son, pero también estamos diciendo que Asturias tiene potencial para revertirlo. Queremos por ello lanzar un mensaje en positivo y ponernos a disposición de la sociedad. Probablemente esto requiera sacrificios por parte de todos, pero tenemos que coger el toro por los cuernos. No hay otra opción. Lanzamos unas propuestas que requieren compromiso por parte de todos.

- ¿Qué parte corresponde a las empresas? ¿Hay alguna dosis de autocrítica?

-Las empresas somos conscientes de la situación y en cierta medida lo que también hemos hecho es un ejercicio de autoexamen. Hay ciertas carencias que están a la vista. Hemos puesto encima de la mesa datos como los referidos a la inversión en I+D y propuestas de formación dual en las que nos tenemos que implicar los empresarios. Pero ello requiere también crear las condiciones desde la Administración. Hay asuntos que son temas de dos partes, de tres o de cuatro. Por eso digo que hace falta el compromiso de todos. Los empresarios estamos dispuestos a ello. Está claro.

- Propuestas como la tributaria (supresión del impuesto de patrimonio y otras rebajas para igualar los impuestos autonómicos al nivel de Madrid) chocan abiertamente con los planteamientos de los partidos de izquierda y les pega a ustedes a los de la derecha...

-Nosotros hemos puesto encima de la mesa una situación que está sustentada en datos reales y cuando hablamos de la fuga de capital de Asturias lo hacemos con datos. Es un hecho y habrá que revertirlo. Lo que hay que pensar es hacia dónde nos conduce lo que tenemos ahora y hacia dónde nos llevaría cambiarlo. El mayor conflicto que pudiéramos tener con el ámbito político, más allá de izquierdas o de derechas, es que probablemente tengamos una visión diferente. Los empresarios estamos lanzando propuestas para buscar resultados a medio y largo plazo, y esos plazos en apariencia no entra en el vocabulario de los políticos, que habitualmente tienen una visión a corto plazo, donde está el rédito electoral. El cortoplacismo está contraindicado para la terapia que necesita Asturias.

- ¿Ante qué problemas, por ejemplo?

-La situación demográfica no se va a revertir en un año ni en dos o tres, pero hay que ponerle solución. Y es una consecuencia de cómo es la actividad económica, que a su vez es consecuencia del escenario, de las condiciones en que se realiza esa actividad en Asturias. Tenemos que ir al origen y poner el remedio. En los últimos diez años Asturias perdió cincuenta mil habitantes mientras que España ganó medio millón. Se me antoja que alguna de las medidas que proponemos no son políticamente populares, puede que no aporten rédito político a corto plazo, pero sí son necesarias. Hay que pedir responsabilidad al ámbito político y considerar el medio y largo plazo. No nos podemos quedar en los próximos seis meses.

- ¿Cuáles son sus argumentos para la reforma fiscal que defienden? La izquierda les reprochará que reducirá la recaudación...

-Al final, si no tomamos las medidas que planteamos cada vez vamos a tener menos recaudación fiscal. ¿Mantenemos lo que hay y cada vez tendremos menos ingresos o lo cambiamos en busca de que haya más actividad y mayor recaudación? La solución es recaudar más.

- ¿Es ahora la fiscalidad autonómica un obstáculo para conseguirlo?

-Creo que eso está claro, los datos hablan por sí solos. Y tiene que haber un punto de inflexión, que a lo mejor es duro, pero que tiene que existir. La vía no es gravar más a los pocos que pagan y que éstos sean cada vez menos, sino que cada vez sean más los que pagan. Dicho de otra manera: la solución es aumentar la base imponible para recaudar más.

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