"No hay energías de derechas o de izquierdas, la transición energética debe planificarse con inteligencia". La reflexión la realizó ayer Francisco Blanco, director de la Escuela de Ingeniería de Minas, Energía y Materiales, quien, drásticamente, aseveró: "Nos jugamos el futuro". Lo hizo durante la celebración de la festividad de Santa Bárbara en el centro universitario, con sede en Oviedo, y en un acto en el que se hizo entrega del título de egresados a la nueva hornada de ingenieros. El debate sobre hacia dónde debe ir el país en materia energética estuvo en boca de casi todos los ponentes. El diagnóstico fue común: no conviene andarse con prisas, en especial para el interés de Asturias.

En eso incidió también el presidente del Principado, Javier Fernández, que fue el encargado de cerrar el acto y rechazó "los planteamientos dogmáticos" para afrontar la transición energética, un proceso que, dijo, se debe afrontar con tiempo para que Asturias y España no paguen "más precio que el que objetivamente les deba corresponder". También agregó que no se debe ir por delante de lo que marca la Unión Europea ni establecer fecha fija para la desaparición de algunas tecnologías. Como desafío puso el acento en que "Asturias se encuentra ante la forja de otra identidad regional con rasgos diferentes". En ese camino, señaló, los ingenieros de minas serán fundamentales. También insistió en que la recuperación de la crisis económica no debería estar "monopolizada" por el sector turístico, el auge inmobiliario o la demanda interna porque, entonces, "tendría los pies de barro".

El decano del Colegio Oficial de Ingenieros de Minas del Noroeste de España, Juan José Fernández, rechazó de forma categórica una "descarbonización exprés". Apretar mucho el acelerador podría "debilitar la posición de la industria primaria en Asturias". También tomó partido el rector de la Universidad de Oviedo, Santiago García Granda, que afirmó que hay "muchos retos por delante", y uno que es "capital" es el cambio de modelo productivo y energético, que no se debe aplazar si se quiere tener futuro.

Durante el acto también intervino el director general de energía de TSK, Francisco Martín Morales, que diagnosticó que el principal escollo para el desarrollo de las renovables es cómo almacenar la energía. Su compañía está investigando en una solución que combina tecnologías fotovoltaicas y termosolares para conseguir hacer ese almacenamiento. Lo están estudiando en una planta del norte de África.