Los trabajadores de los supermercados y las tiendas de alimentación asturianas se preparan para comer el turrón en las barricadas. Una multitudinaria asamblea de empleados de este sector decidió ayer en Oviedo convocar seis días de huelga en el sector, los tres anteriores a Navidad (22, 23 y 24 de diciembre) y los tres que preceden a Año Nuevo (el 29, 30 y 31), en protesta por el bloqueo que sufre la negociación del convenio colectivo de minoristas de alimentación y "hartos" de años de sacrificios salariales, según dejaron patentes en sus intervenciones los trabajadores durante el cónclave.

"La gente está harta y muy quemada", señala Marta González, vicesecretaria general de la Federación de Servicios para la Movilidad y el Consumo (FSMC) de UGT. Ese sentir fue palpable en la abarrotada asamblea celebrada en el salón de actos del instituto ovetense de La Ería. Tal fue el lleno que hubo gente que se tuvo que quedar fuera. "Ésta no es una huelga que convoquemos los sindicatos, es un paro que nos exigen los trabajadores porque ya no aguantan más", resaltó el secretario general de la Federación de Servicios de CC OO en Asturias, Alfredo García. "Pocas veces hemos visto a este sector tan unido", apostilló. Los propios sindicalistas quedaron sorprendidos por la respuesta de los trabajadores durante la asamblea.

El detonante de la movilización está en las profundas diferencias sobre la subida de los salarios que han mantenido los sindicatos y los empresarios durante la negociación. Las organizaciones sindicales comenzaron esas conversaciones, que durante buena parte del año han estado totalmente bloqueadas, exigiendo una subida de 50 euros al mes para unos salarios que a menudo no superan los 750 euros.

En los últimos encuentros la reivindicación se situó a 30 euros, que se añadirían al alza que de por sí supondría en varias categorías el incremento del salario mínimo interprofesional (900 euros) anunciado por el Gobierno. La pretensión final de los sindicatos para este nuevo convenio era que los trabajadores pudieran llegar a 2020 con un sueldo cercano a los 14.000 euros anuales. La oferta salarial de las empresas estuvo siempre claramente por debajo de esas cifras. La patronal ofreció una mejora de 11,83 euros al mes y, según la versión de los sindicatos, advirtió de que, por encima de esa cantidad, muchos establecimientos estarían abocados al cierre.

En la asamblea que se celebró ayer en Oviedo quedó patente que el de los sueldos no era el único problema. Los trabajadores se quejaron airadamente de que tienen muy pocos beneficios sociales, que soportan jornadas maratonianas y reprochan a las empresas falta de voluntad porque las cosas mejoren. "El hartazgo de los trabajadores ha tocado techo, no puede ser que lleven años y años sin ninguna mejora social", dijo González.

La huelga afectará a los principales supermercados asturianos, como Alimerka, Masymas o La Plaza de Dia (excepto a aquellos que tienen convenio propio), además de a todos los trabajadores de las tiendas de alimentación, como fruterías o cadenas de congelados. En total, más de 12.000 empleados de estas compañías están llamados a parar durante esos seis días de las Navidades.

Los sindicatos sostienen que los beneficios de los supermercados y tiendas de alimentación de Asturias llevan cinco años seguidos creciendo, pero que esa mejoría no llega a los empleados.