Liberbank, el banco participado por la Fundación Bancaria Cajastur, y el malagueño Unicaja Banco, ambos cotizados y fundados por antiguas cajas de ahorros, han abierto conversaciones para analizar una posible fusión que, de llegar a materializarse, supondría la creación del sexto banco español en tamaño, con un volumen de activos de 95.974 millones de euros, que lo situaría por detrás de Santander, BBVA, Caixa Bank, Sabadell y Bankia. En la actualidad Unicaja es el noveno banco del país (séptimo de los que están en Bolsa), con un tamaño de 56.843 millones, y Liberbank es el undécimo (octavo de los cotizados), con 49.131millones.

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Las dos entidades confirmaron los contactos, que calificaron de "preliminares" e incipientes, por lo que descartaron una decisión inmediata. Según ambas organizaciones, se trata del "estudio habitual de posibles operaciones estratégicas" y señalaron que, aunque sus consejos de administración son conocedores de la existencia de un diálogo entre los ejecutivos de ambos grupos financieros, no se ha sometido aún ninguna propuesta a sus respectivos órganos de decisión.

Liberbank y Unicaja protagonizaron en el pasado algunos intentos de aproximación que, a diferencia de lo ocurrido ahora, fueron rechazados de antemano y no llegaron a prosperar. Ambas entidades protagonizaron a su vez en los últimos siete años varias fusiones o intentos de tal con otros grupos que o no cuajaron o incluso fueron deshechos tras haberse firmado acuerdos iniciales. Así, Liberbank deshizo sus fusiones con CAM, primero, y con Ibercaja después, cuando ya había sido pactadas, y desistió de otras conversaciones con otros grupo. Y la antigua caja malagueña Unicaja (fundadora de Unicaja Banco) desistió de varias absorciones tras haberlas estudiado, caso de la castellano-manchega CCM (que luego fue adjudicada a la asturiana Cajastur) y la cordobesa Cajasur (que finalmente pasó ala vizcaína BBK, ahora integrante de Kutxabank), y tardó dos años en decidirse a acometer la anexión del banco castellano-leonés CEISS (antiguas Caja España y Caja Duero), cuya integración fue objeto de un largo y proceloso debate en el grupo andaluz.

Esta vez las conversaciones parece al menos encauzadas. Unicaja ha contratado el asesoramiento del banco de inversión italiano Mediobanca para analizar la operación, según informó "Expansión", y Liberbank ha recurrido a los servicios del alemán Deutsche Bank, que ya asesoró al grupo que dirige Manuel Menéndez en su salida a Bolsa y en la macroampliación de capital que acometió el año pasado por 499 millones tras las graves turbulencias bursátiles desencadenadas por la crisis del Banco Popular.

En sus últimas comparecencias públicas (la última junta general de accionistas y una sesión con analistas financieros y bursátiles meses atrás), el consejero delegado de Liberbank reiteró la voluntad de este banco de continuar en solitario con su propio proyecto aunque expresó la plena disponibilidad de la entidad a analizar propuestas corporativas si tuvieran sentido económico y empresarial, dieran valor al accionista y permitieran crear una entidad resultante mejor que las precedentes. Recientemente, Liberbank rechazó propuestas de integración como la que le planteó el año pasado con una oferta en firme el banco gallego Abanca.

La eventual unión ahora con Unicaja prosperará si se dan esas condiciones y si se produce un acuerdo sobre otros aspectos, como la coincidencia en el plan estratégico y modelo de negocio, valoración de ambos bancos y canje accionarial, reparto de responsabilidades y de equipo rector, y otros. Fuentes conocedoras aseguraron que Liberbank mantiene por ahora su propio proyecto y que no otorgó mandato de búsqueda de un comprador o un socio.

Pese a estas cautelas, la Bolsa premió el anuncio de posible fusión. En una jornada en la que el índice selectivo Ibex 35 se apreció el 1,35%, Liberbank remontó el 13,95% (llegó a subir el 16,32%) y Unicaja se disparó el 15,93% tras haber llegado a apreciarse durante la sesión el 16,54%.