El portavoz del Gobierno del Principado, Guillermo Martínez, reconoció que tenía "constancia" de la existencia de las conversaciones entre Liberbank y Unicaja y recalcó que el Ejecutivo espera que la posible fusión "no afecte al empleo, a la implantación en Asturias y a la vinculación con la región", ya que Liberbank "ya ha realizado su ajuste".

El secretario general de la FSA, Adrián Barbón, también incidió en "las consecuencias sobre el empleo" y el diputado de Podemos Emilio León afirmó que la posible fusión "puede alegrar el día de los tenedores de acciones pero no tiene porqué ser una buena noticia para la población asturiana, ya que no resulta de una apuesta estratégica sostenible sino de una huida hacia adelante". León afirmó que el consejero delegado de Liberbank, Manuel Menéndez, "aspira a obtener una pensión dorada".

"Es la crónica de una fusión o absorción anunciada. Gana tamaño y pierde asturianidad. Estamos ante los coletazos de la liquidación de las cajas que, junto a los recortes sociales y las privatizaciones, son de los peores efectos de la crisis. Mayor concentración bancaria significa menos competencia y mayor riesgo sistémico", señaló el diputado de IU Gaspar Llamazares, que demandó el mantenimiento de actividad y empleo.

"Es una iniciativa que tienen dos entidades privadas y nos parece bien cualquier decisión que implique una mayor competitividad y el mantenimiento del empleo", señaló Armando Fernández Bartolomé, diputado de Ciudadanos. Pedro Leal, diputado de Foro, lamentó la pérdida de soberanía financiera de Asturias y señaló que Foro "está en contra de todo lo que suponga más deslocalización y mayor exclusión financiera, y esta posible fusión no puede acarrear una segunda fase de cierre de oficinas en muchas localidades asturianas y pérdida de puestos de trabajo". El PP espera a tener más informacióin para pronunciarse.