Alimerka, la mayor de las cadenas asturiana de supermercados y cuya firma en solitario permitió pactar el convenio colectivo del sector para 2018 y la desconvocatoria de las cuatro jornadas de huelga anunciadas para esta Navidad, asumirá este año con carácter retroactivo a 1 de enero un sobrecoste salarial de 6 millones de euros, según medios de la empresa, como consecuencia del pacto, que supuso elevar los salarios en 50 euros al mes.

La compañía, que se distanció así del resto de las empresas -opuestas a asumir la reclamación sindical- y cuya firma es vinculante para el resto por su peso en el sector (aporta en torno al 50% del empleo), se congratula de haber evitado la huelga -a la que se opuso desde el principio- y comparte, dijo, algunas demandas de los trabajadores, pero discrepa del ritmo de aplicación. Una subida de 50 euros al mes (cada trabajador cobrará 800 euros por atrasos) tendrá un impacto inesperado, argumentó, de unos 12 millones para el conjunto de las empresas al cierre del ejercicio, lo que constituye un coste sobrevenido y que no estaba previsto en los planes de negocio de las compañías. Alimerka considera que esto obligará a aumentar la competitividad y a revisar los planes de negocio para absorber el sobrecoste.

Los sindicatos

El sindicato CC OO Servicios lamentó que, aunque el convenio tiene eficacia general, no fuese firmado por la totalidad de la representación empresarial. "La defensa del convenio sectorial es irrenunciable", dijo el sindicato, y "la haremos con todas nuestras fuerzas", señaló, "y en todos los foros que sea necesario".

Según la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo de UGT Asturias, el acuerdo "supone un punto de inflexión hacia la dignificación de las condiciones salariales y de trabajo en el sector" pero agregó que con este pacto no se han colmado los objetivos. Tanto UGT como CC OO señalaron que faltan por negociar aspectos sociales del convenio y la subida salarial para 2019 y años siguientes, y pidieron "firmeza" y que la movilización debe seguir "viva".