El metro de Londres, el más antiguo del mundo, crecerá sobre vías asturianas. El tren de carril de Arcelor-Mittal en Gijón fabrica los raíles que se montarán para ampliar la Northern Line -uno de los trayectos que cruzan la ciudad de Norte a Sur- y comunicar el barrio de Nine Elms, que es una de las principales zonas en expansión de la capital inglesa.
Arcelor-Mittal ha logrado el contrato de suministro de carril para la ampliación del metro de Londres y ha encargado el proyecto a la planta de Gijón a pesar de que otra de las fábricas de carril de la multinacional, la de Rodange, en Luxemburgo, está más próxima a la ciudad británica. El tren de carril de Gijón, que en 2017 recibió una inyección de más de 30 millones de euros para ampliar y modernizar sus instalaciones, suministrará todos los rieles necesarios para ampliar la Northern Line (la "línea negra" del suburbano londinense). Se trata de un nuevo trazado con 6 kilómetros de túnel, que incluye la construcción de dos nuevas estaciones en Nine Elms y Battersea y que se completará en 2020. Las obras, con un presupuesto de 628 millones de euros, están siendo ejecutadas por la unión temporal de empresas formada por la española Ferrovial y la británica Laing O´Rourke. Arcelor-Mittal deberá suministrar los raíles a lo largo de 2019.
El tren de carril de Gijón cuenta con una plantilla de 256 operarios y una producción anual de 330.000 toneladas de carril, lo que equivale a 5.500 kilómetros, la distancia de Madrid a Nueva York.