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El retorno del capital industrial nipón a Asturias

La llegada de las multinacionales japonesas Taiyo y Krosaki restablece la relación fabril que quebró la marcha de Suzuki en 2013

Parque eólico de Eurus Electric en La Bobia.

La marcha en 2013 de la multinacional automovilística japonesa Suzuki de Asturias, con el cierre de su factoría de motocicletas de Gijón, canceló la etapa más dilatada y fecunda de la escasa vinculación que el capital industrial nipón ha tenido en la región en el último siglo y medio de desarrollo fabril asturiano. Cinco años después del traumático abandono de Suzuki, dos poderosos grupos empresariales nipones han desembarcado en el Principado en el plazo de apenas un mes con sendas apuestas inversoras para producir gases de uso industrial y sanitario en Gijón, Avilés y Tabaza, y material refractario en El Berrón (Siero).

El fabricante Taiyo Nippon Gases (TNS), fundado en 1940 como Japan Oxigen, culminó en el último mes la compra, a través de su nueva filial europea Nippon Gases Europe, de las tres factorías de gases industriales de la estadounidense Praxair en Asturias, y el grupo Krosaki Harima Corporation, con origen en 1906, acaba de formalizar, por mediación de su filial guipuzcoana Krosaki AMR Refractarios, la adquisición de la empresa sierense Refractaria SA.

Los dos grupos asiáticos que se ha incorporado a la estructura empresarial asturiana forman parte o están involucrados en grandes conglomerados japoneses. Taiyo pertenece desde 2014 a la compañía química Mitsubishi Chemical Holdings, que domina el 50,5% de su capital. Mitsubishi Chemical Holdings es una de las filiales y áreas de negocio del conglomerado industrial Mitsubishi Corporation, con sede en Tokio y que ya tiene vinculaciones societarias con Asturias. Y Krosaki está participada en el 42,9% por la siderúrgica Nippon Steel & Sumitomo Metal, cuarto productor mundial de acero y que en el pasado tuvo una intensa relación técnica e ingenieril con la siderurgia asturiana en tiempos de Ensidesa y de dos de sus sociedades sucesoras: Corporación Siderúrgica Integral (CSI) y CSI Corporación Siderúrgica, antecesoras, junto con Aceralia, de la actual Arcelor-Mittal.

La industrialización asturiana, que tuvo una génesis predominantemente foránea, contó con la contribución decisiva de capitales extranjeros, cuya presencia fue muy relevante a partir de 1833 por la afluencia de inversores belgas, ingleses y franceses, y, en menor medida, alemanes e italianos. La contribución nipona -como la de otros países- fue muy posterior y no se manifestó como inversión directa en emplazamientos fabriles con capital y tecnología japoneses hasta que Suzuki asumió la fábrica de Avello en 1987 tras un periodo previo de colaboración desde 1982.

La relación empresarial entre Japón y Asturias había comenzado sin embargo unos años antes, a fines de 1974, cuando Duro Felguera creó con la nipona Isikawahima Harima Industries (IHI) la sociedad mixta Felguera-IHI, especializada en construcción de plantas y equipos de almacenamiento de combustibles. Desde 1979 Duro colaboró a su vez con Mitsubishi Heavy Industries (MHI), con la que en 2003 constituyó la sociedad conjunta MHI-Duro Felguera para operar en centrales térmicas. Esta sociedad pasó a llamarse Duro Felguera Proyectos y Obras en 2008.

Mitsubishi participó a su vez en una implantación fabril en Asturias cuando la sociedad PMG (Plansee Mitsubishi Global), participada al 50% por el conglomerado japonés y la austriaca Plansee, dominó la compañía mierense fabricante de piezas para el sector de la automoción PMG Asturias (antes, Sinterstahl Asturias) entre 2005 y su venta en 2011 al grupo alemán Goldschmid.

El capital japonés está presente actualmente en el sector asturiano de las energías renovables con varios parques eólicos a través de la compañía Eurus Energy Holdings Corp., propiedad conjunta de Toyota Tsusho Corp. y Tokyo Electric Power Company Holdings, Inc. Controla, entre otras, la sociedad Líneas Eléctricas Asturianas. Dos tecnológicas niponas (Ricoh y Fujitsu) cuentan también en Asturias con sendos centros operativos en Llanera y en Oviedo. Ahora, Taiyo y Krosaki restablecen la vinculación fabril que se había roto con la marcha de Suzuki.

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