La Bolsa española negoció un total de 587.479 millones de euros en el conjunto de 2018, un 9,8% menos que en el año anterior, según datos de la sociedad Bolsas y Mercados Españoles (BME) que vienen a confirmar cómo las dudas de los inversores afectaron al parqué, manteniéndose al margen de la renta variable (acciones) y refugiándose en la renta fija (deuda y otros activos). Fue en un ejercicio en el que el principal español, el Ibex 35, cedió el 15%, el peor resultado desde 2010.

En el mes de diciembre, cambiaron de manos valores por una cuantía de 38.768 millones de euros en diciembre, un 5,4% menos que el mes previo y un 18,7% menos que el mismo periodo del año anterior.

El mercado de derivados financieros despidió 2018 con un volumen nominal negociado de 683.243 millones y un aumento del 1,2% en los futuros sobre Ibex 35 y una caída del 2,8% en las opciones sobre el índice.

En renta fija, el volumen negociado en el año fue de 200.757 millones de euros, un 45,1% más que en el año anterior. Solo en el mes de diciembre, la contratación aumentó un 38,4% con relación al mismo mes del año anterior, debido a la contratación de activos de deuda pública nacional e internacional.

BME también informó de que el importe de las nuevas emisiones incorporadas a negociación en el Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF) en diciembre alcanzó los 671 millones de euros, lo que representa un aumento del 226% respecto al mismo mes de 2017, y el volumen al cierre del año fue de 6.357 millones de euros, un 60,1% más. El volumen vivo en circulación en este mercado alcanzó los 3.320 millones, con un crecimiento anual del 46,9%.

La Bolsa española subió ayer el 0,12 % y el Ibex consolidó los 8.500 puntos, tras una jornada muy volátil marcada por la intervención del italiano Banca Carige por parte del Banco Central Europeo (BCE) y por el temor de los inversores a la ralentización de la economía china.