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La otra cara de la descarbonización

Las empresas solares asturianas vuelven sus miras a España, tras años de apagón

Los fabricantes de estructuras fotovoltaicas, centrados hasta ahora en la exportación, tienen grandes perspectivas con la nueva política energética

Las empresas solares asturianas vuelven sus miras a España, tras años de apagón

El sol nacional vuelve a brillar para las empresas asturianas de energía solar tras años en penumbra. El apagón, reconoce Javier Fernández Font, responsable de la avilesina Alusín Solar, estuvo a un paso de llevarse a muchas de estas compañías por delante. Las que lograron sobrevivir lo hicieron buscando la luz en el extranjero, en América Latina, el norte de África e incluso el norte de Europa, pese a que allí las horas de insolación son menores que en España. Ahora sus perspectivas han cambiado por completo, especialmente gracias a las últimas medidas de la UE y del Gobierno español, que allanan el camino para el despliegue de este tipo de tecnologías. Es la otra cara de la moneda de la transición energética, la de las empresas asturianas que esperan sacar partido de la descarbonización.

Durante estos últimos años, el negocio solar ha pasado una travesía del desierto. Lo ilustra Javier Fernández Font. "Nosotros en 2013 tuvimos que salir a exportar. Y nuestra experiencia fuera era ninguna, así que eso casi nos cuesta la empresa. Fue una aventura muy dura, no cerramos la compañía por días", señala. Pero, al final, consiguieron levantar el vuelo. La reforma energética de 2013, en la que redujeron los incentivos a las renovables y se estableció el llamado "impuesto al sol" -que penalizaba el autoconsumo de energía solar y que ha sido suprimido hace unas semanas- fue para muchas empresas instaladoras de tecnología fotovoltaica una sentencia de muerte.

El horizonte se ha despejado para estas compañías. "Ahora hay mucho metal y trabajo de empresas asturianas rumbo a los proyectos que algunas grandes compañías están poniendo en marcha en Andalucía y en Aragón", señala Fernández Font. Su empresa, Alusín, está especializada en la fabricación de las estructuras sobre las que luego se acomodan los paneles solares. Idéntica actividad tiene la ovetense Praxia Energy, otra de las que estos últimos años tuvieron que ir a buscar el sol fuera de España, a Italia, Reino Unido, Francia, Holanda, Chile, México, Barbados, Ghana e incluso a Japón. Hace escasas semanas, Praxia ha ganado un contrato para participar en la construcción de un parque solar en Córdoba. Es su primer proyecto en España tras el gran apagón. "Las previsiones hablan de construir 30.000 nuevos megavatios de potencia fotovoltaica en España de aquí a 2030", señala Pablo Cuesta, consejero delegado de la compañía. Y añade: "Las empresas españolas del sector hemos sido estos años ejemplo de innovación e internacionalización. Haber sobrevivido al parón nacional ha sido un éxito colectivo".

La mejora del trabajo la ha notado también la ovetense Exiom Group, dedicada a la fabricación de paneles y estructuras solares, y que durante esos últimos años ha buscado el trabajo en África y en Emiratos. Su presidente, Omar González, asegura que "actualmente, la energía solar no necesita de primas ni ayudas, con lo que cualquier medida que no ponga trabas ya ayuda al sector". Es más, resalta que el mercado de la energía solar está despegando tanto en Asturias ("nosotros estamos haciendo proyectos aquí"), como en España. "La disminución de los costes de los paneles ha hecho posible el resurgir del sector a nivel estatal", enfatiza.

Las empresas solares no han perdido el tiempo durante estos años. Han aprovechado el apagón nacional para investigar y mejorar su tecnología. Lo dice Edgar Imaz, cofundador de Sotysolar, una compañía de origen asturiano que se dedica a promover el autoconsumo solar. "A nivel de I+D+i, la tecnología fotovoltaica es un producto maduro y muy evolucionado. Los costes de las placas cada vez son menores, siendo su eficiencia mayor". Y augura: "A medio plazo se conseguirán grandes avances en materia de almacenamiento, gracias a las baterías solares". El empresario constata también que en España el autoconsumo está en auge y augura que durante los próximos años va a ser necesario ampliar plantilla en el sector. "Las estimaciones dicen que tan sólo en 2019 las energías renovables van a generar más de 45.000 empleos en todo el país", apunta. También Javier Fernández Font añade que la eliminación del "impuesto al sol" ha puesto fin a un "freno psicológico" que impedía a muchos lanzarse al autoconsumo. Ahora el sol español calienta de nuevo a este incipiente sector asturiano.

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