El ministro alemán de Finanzas, el socialdemócrata Olaf Scholz, ha pronosticado que los largos años de auge económico en Alemania están llegando a su fin a partir del último año fiscal de 2018, en declaraciones publicadas ayer por el 'Bild am Sonntag. "Los buenos tiempos en los que el Estado recaudaba más de lo esperado se están agotando", ha advertido Scholz. "Los años de las vacas gordas han terminado", añadió el político, miembro del gobierno de coalición entre demócristianos y socialdemócratas que preside Ángela Merkel.

"Para 2018, mostraremos de nuevo un superávit fiscal. Pero los años dorados se acabaron. A partir de ahora, no espero más ingresos adicionales imprevistos, ciertamente no a tal escala", dijo también Scholz.

Alemania despidió 2018 con el paro en mínimos históricos. El número de desempleados se situó en diciembre en 2,26 millones, cifra que representa un descenso mensual de 14.000 parados y de 179.000 en doce meses, registrando así su menor nivel desde la reunificación del país, según los datos ajustados estacionalmente publicados por la Oficina Federal de Empleo. De este modo, la tasa de paro de Alemania se mantuvo estable en diciembre en el 5%, en mínimos desde la reunificación germana.

El Bundesbank, el banco central de Alemania, recortó recientemente las previsiones de crecimiento del PIB del país germano para 2018 y 2019 hasta el 1,5% y el 1,6%, respectivamente, debido a un desempeño peor de lo esperado en la industria del automóvil durante el tercer trimestre del año.