Ni gratis ni pagando. Ya no se va a poder comprar con bolsas de plástico en los supermercados Lidl. La compañía ha anunciado en una nota de prensa que en los próximos días irá más allá de la decisión del Gobierno de cobrar por las bolsas de plástico como medida disuasoria para su uso. Estos supermercados alemanes han tomado una drástica decisión: ya son el único supermercado en España que ha eliminado por completo las bolsas de plástico. Pero no es lo único que harán: quitarán de todas sus tiendas todos los productos de plástico de un solo uso.

"La decisión de retirar las bolsas de las líneas de caja ha recibido numerosos apoyos en distintos ámbitos, especialmente por parte de los clientes", aseguran desde el supermercado haciendo hincapié en que en una encuesta realizada a más de cinco millares de clientes de la compañía el 90 por ciento de los que participaron en el cuestionario se mostraron a favor de eliminar las bolsas de plástico y cambiarlas por otros métodos para guardar la compra que sean más sostenibles.

En este caso las bolsas que se empiezan a vender (a 0,50 céntimos) son de rafia y reutilizables. Alternativamente también se ofrecerán bolsas de papel al estilo de las que se utilizan en los supermercados de Estados Unidos y que tan acostumbrados estamos a ver en las películas y series.

El resto de supermercados ha tenido que empezar a cobrar por las bolsas de plástico. Una medida que llegó con polémica por la obligatoriedad que introducía el Gobierno pero que poco a poco ha ido calando y que ya se ve como algo totalmente normal en nuestro día a día. De hecho hay dos imágenes que ya ni sorprenden en las ciudades: la de ver los carteles en todo tipo de establecimientos en los que se informa de que se va a empezar a cobrar las bolsas de plástico y el de ver a los clientes de esos negocios acudiendo al supermercado con una bolsa de tela o de plástico para meter ahí todos los alimentos. De hecho hay quién va más allá y hasta compra por internet bolas reutilizables que se pueden utilizar en los servicios a granel de los supermercados como la zona en la que se escogen la fruta o la charcutería. Todo sea por colaborar un poco más con la concienciación medioambiental y la eliminación del plástico que tanto daño hace al medioambiente.