Macroacto económico, político y social ayer en el hotel de la Reconquista de Oviedo, evento que adquirió una especial relevancia por ser quien era su principal protagonista, el presidente del Principado, Javier Fernández, pero también, probablemente, debido al momento en el que se produjo (a punto de que se ponga fin a la legislatura autonómica) y los mensajes que pudiera lanzar el jefe del ejecutivo y, por último, por servir a varios candidatos autonómicos y municipales de palanca de enganche a la precampaña electoral ya, tras los comicios andaluces y las vacaciones navideñas, totalmente lanzada.
Que Javier Fernández modificase ahora el discurso que lleva meditando durante años para adaptarlo a unos intereses distintos a los de Asturias y más a favor de la nueva estrategia de su partido, el PSOE, es para todo aquel que le conozca, aunque sólo sea superficialmente, algo inviable, imposible. Y así quedó patente ayer en su intervención y posterior coloquio en el Foro de la Nueva Economía. Ni en lo que respecta a la energía, ni en la descarbonización, ni en los derechos de emisión de CO2, ni por supuesto en lo que respecta a la financiación autonómica y los nacionalismos coincidió el presidente de la comunidad autónoma con las políticas del Gobierno que dirige Pedro Sánchez, aunque eso sí, una vez más, y como suele ya ser habitual, Javier Fernández no pronunció a lo largo de su discurso ni una sola vez el nombre del líder de su partido. Ni el de él ni el de ningún otro miembro de su ejecutivo.
En esta ocasión, y a diferencia de lo que ha venido sucediendo en actos anteriores de estas características, sí se encontraba presente el secretario general de la Federación Socialista Asturiana (FSA) y candidato a suceder al actual Presidente del Principado, Adrián Barbón. No es que él, o la dirección federal del PSOE, estuvieran muy convencidos de que lo más oportuno fuese acudir, pero al final el número uno del socialismo regional sí estuvo en el Reconquista.
Y la verdad es que no hubiera quedado muy bien su ausencia cuando el acto sirvió a otros candidatos autonómicos recientemente designados, o más o menos, para presentarse en sociedad, como es el caso de la popular Teresa Mallada, o del próximo cabeza de cartel de Ciudadanos, Juan Vázquez. También, claro, por allí andaba el aspirante a la Alcaldía de Oviedo por el PP, Alfredo Canteli, quien abandonó el hotel de la Reconquista en compañía del senador del partido conservador Mario Arias, la persona en quien había pensado el presidente de la Junta Local popular, Agustín Iglesias Caunedo, para encabezar la lista municipal en mayo. ¿Una conversación para estrechar lazos o para todo lo contrario? El tiempo lo dirá. La dirección del PP ovetense apuesta por Arias como número dos de Alfredo Canteli.
