Naturgy ha solicitado al Gobierno la autorización para el cierre de la central térmica de carbón de Narcea, situada en Soto de la Barca (Tineo). La antigua Gas Natural-Fenosa sigue los pasos de Iberdrola, que el pasado año también solicitó en Asturias el cierre de la térmica de Lada, dentro del contexto de transición energética acelerada que el Gobierno de Pedro Sánchez alienta y que el Principado rechaza por sus efectos "demoledores" para la región.

Las direcciones de Generación y Relaciones Laborales de Naturgy comunicaron ayer en Madrid a los representantes de los comités de empresa de las centrales térmicas de carbón de Narcea, Meirama (La Coruña) y La Robla (León) que la compañía ha solicitado la autorización de cierre para las tres instalaciones. En el caso de la asturiana, ese cierre sería a partir del verano, aunque el procedimiento de autorización suele tardar más de un año. "La compañía argumenta que hay otras tecnologías más eficientes y que contaminan menos", señaló Gonzalo Rodera, presidente del comité de empresa de la central de Narcea por el sindicato USO. Rodera explicó que una cláusula del convenio colectivo garantiza la recolocación de todos los trabajadores en plantilla. "Si el Gobierno da la autorización de cierre, una parte de la plantilla se quedará, de momento, realizando labores de desmantelamiento en la central, y el resto será recolocada en otros centros de trabajo de Naturgy", señaló Rodera, que apuntó que la compañía apenas tiene otras instalaciones en Asturias, por lo que el grueso saldrá de la región.

Fuentes sindicales apuntaron que la térmica de Soto de la Barca tiene una plantilla de 80 trabajadores más 40 de contratas. Se perderán, por tanto, 120 empleos en el Suroccidente de Asturias, una comarca muy castigada también por el cierre de la minería del carbón. La clausura también afecta a los tráficos del puerto de El Musel, por donde entra el carbón de importación que se quema, y a los camioneros que los transportan.