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Los asturianos se retiran con menos pensión

Las reformas, las secuelas de la crisis y la brecha de género dejan la nómina media de los nuevos jubilados del régimen general por debajo de 1.600 euros, la menor desde 2010

Gijón. Participantes en la concentración del paseo de Begoña. A. González

Los más de 6.700 asalariados asturianos adscritos al régimen general de la Seguridad Social que se jubilaron en 2018 lo hicieron con una pensión media de 1.587 euros brutos al mes, un 0,8% inferior a la de 2017 y la menor en ocho años. Se prolonga así una tendencia a la baja que arrancó en 2010 y que guarda relación con situaciones como estas: el impacto de la crisis en las carreras de cotización de miles de trabajadores; la repercusión de las reformas de 2011 y 2013 y las diferencias de retribución que existen entre los varones y las mujeres que llegan a la jubilación, reflejo de la brecha salarial de género en el mercado laboral.

La crisis. La pensión media de los nuevos jubilados era en 2010 de 1.600 euros, trece euros más que ahora, según datos de la Seguridad Social. Si se considera la inflación acumulada en estos años (8,6%), la nómina media actual equivale, en términos reales, a 1.451 euros de 2010. A partir de entonces y hasta 2014 se produjo lo peor de la Gran Recesión. Muchos de quienes, teniendo cerca de 60 años, fueron al paro en esa época o tuvieron rebajas de salarios sufrieron menoscabo en sus historiales de cotización que luego han minado sus pensiones, como también ocurrió con las de quienes, siendo asalariados y estando en el desempleo, tuvieron que acogerse a la jubilación anticipada forzosa, con mermas de ingresos por la aplicación de coeficientes reductores.

Las reformas. La aprobada en 2011 amplió de manera progresiva desde 2013 los años de vida laboral (21 en 2018) que se tienen en cuenta para el cómputo de la pensión, un cambio que tiene efectos de distinto signo: perjudica a quienes tuvieron salarios mejores en la última etapa de actividad (desde los 50 años), pero favorece a aquellos otros que en ese tiempo cotizaron menos por estar en el paro. Otra reforma de 2013 endureció los coeficientes reductores, restando ingresos a quienes, de manera voluntaria o forzosa, se jubilan anticipadamente.

La brecha. El aumento en el número de mujeres que se retiran y el hecho de que su remuneración media sea aún el 40% inferior que la de los varones (por la brecha laboral de género) empujan a la baja el promedio del conjunto de los nuevos jubilados por un efecto estadístico. Ahora bien, tanto la pensión media de ellas (1.270) como la de ellos (1.788) se ha reducido o ha permanecido estancada durante el último lustro.

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